El 2021 inició con dos cambios que favorecen a los trabajadores mexicanos: el aumento del salario mínimo en 15%, respecto del año anterior y mayor flexibilidad para tener acceso a la Pensión Mínima Garantizada (PMG).

Dichos cambios se dan en un contexto en que la economía mexicana se encuentra seriamente dañada por los efectos de la pandemia del COVID-19 y ante la búsqueda de una recuperación que ayude a mejorar la situación de las pequeñas y medianas empresas (pymes). 

La Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) aprobó -con el voto en contra de las organizaciones empresariales- un salario mínimo de 141.70 pesos diarios, considerando el Monto Independiente de Recuperación (MIR).

Es el cuarto incremento de doble dígito que se registra en el salario mínimo en los últimos cuatro años. En 2018 aumentó 10.39%; en 2019 subió 16.21%; en 2020 creció 20% y en 2021 se elevó 15%.

Lo que podemos apreciar en primera instancia es el sótano en el que estaba el salario mínimo. Es un pendiente que sin duda se debió haber tratado hace varios años

comentó Gustavo Leal, experto en pensiones de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En la zona libre de la frontera norte del país, también se tendrá un aumento del 15%, con lo que pasará de 185.56 pesos a 213.39 pesos diarios en todo el 2021. 

Efecto cascada 

Cuando tienes un salario mayor en una parte del país se puede generar una migración a esa zona o bien, al establecer un aumento mayor a la inflación, lo que puede ocurrir es un efecto cascada, explicó el presidente de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC), Carlos Lozano.

Un empleado que gana 200 pesos y  su supervisor percibe 230 pesos, al subir 15% el salario mínimo, es posible que las empresas solo se lo eleven al empleado que gana menos porque está más cerca del salario mínimo, pero el aumento no se lo dará al supervisor

Otro efecto que tendrán que considerar las empresas son las prestaciones que están sujetas al salario mínimo como la prima de antigüedad, lo que hará que la reserva contable de la compañía se eleve y es algo que no les gusta a los patrones, dijo Lozano. 

De los 55.3 millones de personas ocupadas, el 22.6% percibió un ingreso de hasta un salario mínimo en el primer trimestre del 2020, de acuerdo con datos del Inegi. 

Rodolfo de la Torre, director especialista en desarrollo social con equidad del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), comentó que el aumento al salario mínimo no es malo, de hecho, todavía hay margen para aumentarlo. 

Sin embargo, sí se debió poner más atención a la situación que vive el país por efecto de la pandemia del COVID-19. 

Las empresas buscarán condiciones de menores costos y ante la posibilidad de que no habrá una fuerte recuperación económica, reduzcan sus plantilla y muchos trabajadores se vayan a la informalidad

dijo.

82% tendrá acceso a Pensión Mínima Garantizada

La reforma en pensiones que aprobó el Congreso de la Unión permitirá que la Pensión Mínima Garantizada (PMG) incremente su cobertura de 34% a 82%, según estimaciones de la Secretaría de Hacienda. 

En este año, las afores cumplen 24 años y se esperaba la primera generación de pensionados por este esquema. Sin embargo, el 76% de los trabajadores iban a tener una negativa de pensión por no alcanzar las 1,250 semanas de cotización. 

Por ello, se decidió reducir las semanas de cotización de 1,250 a 750 (con un crecimiento gradual y posterior para que se ubiquen en 1,000 semanas).

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Además, el valor de la PMG aumentará de 0.8 salarios mínimos que son alrededor de 3,289 pesos a un rango entre 0.7 y 2.2 salarios mínimos, que representan un promedio de 4,345 pesos. 

“El aumento del salario mínimo, la reducción de las semanas de cotización y el aumento de la PMG significa un nuevo costo fiscal para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador”, dijo Leal. 

La continuidad al sistema de capitalización individual representa una oportunidad perdida para replantear y reestructurar el sistema de pensiones, consideró el experto de la UAM. 

2023 se elevarán las aportaciones patronales 

La reforma que se aprobó en diciembre pasado prevé que las aportaciones patronales se eleven de 5.15% a 15% en un periodo de ocho años, iniciando a partir del 2023. 

El aumento de las aportaciones patronales se hará dependiendo del ingreso de cada trabajador. El empleado que perciba menos de cuatro UMA, la empresa aportará menos, pero si gana por arriba de este monto, los patrones aportarán más. 

Los trabajadores que perciban menos de cuatro UMA estarán protegidos con las nuevas cuotas de seguridad social que dará el gobierno federal.

Tasa de desempleo podría ubicarse en 5%

La combinación de un aumento salarial y elevar las aportaciones patronales en un contexto en el que se busca la recuperación económica, es probable que la tasa de desempleo se eleve por arriba del 4.5%.

Antes de la pandemia, la tasa de desempleo era 3.5% y con esta combinación, es probable que nos ubiquemos en una tasa de desempleo del 5%

 planteó el presidente de la AMAC.

Las grandes empresas no van a resentir el aumento de salario mínimo, pero las pequeñas y medianas empresas (pymes) sí tendrán un panorama más complicado para recuperarse, indicó De la Torre. 

“Se verán obligadas a pagar el aumento o lo evitarán a través de acuerdos informales con los trabajadores, quizá acuerden que en vez de darlos de alta en el seguro social, mejor les den ese dinero en efectivo, pero los trabajadores quedarán desprotegidos en el futuro”.