Breve guía para un golpe de estado técnico

Breve guía para un golpe de estado técnico

El presidente de Mexico denunció, desde la plataforma máxima de control político, que “un golpe de estado técnico” se gesta en su contra desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo cual sería terriblemente grave para nuestro orden constitucional, claro, si esto fuera cierto.

Pero no lo es y, como al señor presidente no le conviene adentrarse en los detalles técnicos de nada de lo que propone, ya que el plan es quedarse en el discurso de la propaganda política (sostenida por un régimen populista), considero más que necesario explicar, en palabras simples, lo que implicaría un golpe de estado técnico.

Empecemos por dejar en claro lo más importante y eso es que la Suprema Corte, mediante sus sentencias, no busca dar un golpe de estado técnico al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sino algo mucho más complejo: garantizar el cumplimiento estricto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de las leyes que de ella emanan.

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De hecho la Corte, como integrante del Poder Judicial, tiene la obligación de actuar como contrapeso ante el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Curiosamente si alguno de los poderes del estado se encuentra bajo ataque es justamente el Poder Judicial, gracias al poder desmedido que el presidente ha logrado acumular.

¿Qué es un golpe de estado técnico?

Un golpe de estado técnico implica la manipulación de las estructuras y sistemas tecnológicos de un país para obtener y consolidar el poder político de manera ilegítima pero sin violencia, algo así como si el ataque fuera realizado desde el soft power a diferencia de un golpe de estado mediante el hard power digamos que a cargo del Ejército.

Existen casos reales en los que líderes populistas han utilizado la propaganda del golpe de estado técnico para perpetuarse en el poder o justificar acciones autoritarias.

Estas acusaciones sin fundamento no sólo generan incertidumbre, sino que también pueden servir como pretexto para restringir la libertad de expresión, perseguir a opositores políticos y debilitar la independencia de los medios de comunicación.

Dicho en otras palabras, un golpe de estado técnico implica crear una narrativa en la que el afectado, en este caso el presidente de México, convenza a su base de que está siendo atacado.

Efectivamente, el storytelling es una poderosa herramienta utilizada en diversas campañas de propaganda política para influir en la percepción y opinión pública manipulando, engañando, distorsionando o exagerando.

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¿Qué necesita el Presidente para convencer al electorado?

1. Manipular la justicia: se buscará controlar la designación de jueces afines a su ideología política, de manera que estos tomen decisiones que favorezcan al gobierno y persigan a los líderes opositores bajo acusaciones falsas.

Esto socava la independencia judicial y debilita el Estado de Derecho; la sociedad sufre una erosión de sus derechos y libertades fundamentales; el miedo y la desconfianza se generalizan, y la democracia se ve socavada debido a la supresión de la participación política y el debilitamiento del sistema de justicia.

2. Controlar los medios de comunicación: se manipulan las regulaciones y leyes para limitar la libertad de prensa y favorecer a los medios afines. Además, se toman medidas para silenciar a periodistas críticos y difundir propaganda que respalde los intereses del partido en el poder. Esto limita el acceso a información objetiva y veraz, debilitando la capacidad de la sociedad para tomar decisiones informadas.

La desinformación se propaga y la sociedad se encuentra manipulada. Los ciudadanos carecen de acceso a una diversidad de opiniones y no pueden formar juicios objetivos y críticos. La democracia se ve socavada al eliminar la libertad de expresión y el derecho a la información.

3. Manipular los procesos electorales: esto implica cambios en las leyes electorales y en las estructuras institucionales para favorecer a un partido en particular, la supresión del voto opositor o el uso de tácticas de intimidación para influir en los resultados electorales.

La confianza en el sistema electoral se ve socavada y se debilita la legitimidad del gobierno. Los ciudadanos se sienten excluidos y desilusionados, lo que puede generar conflictos sociales y políticos, así como la erosión de la democracia.

¿Qué se necesita para defenderse?

Es fundamental contar con instituciones sólidas y autónomas que actúen como frenos y contrapesos frente a cualquier intento de manipulación. Esto implica garantizar la independencia del Poder Judicial y de los organismos electorales, así como proteger la libertad de prensa y promover la transparencia en la administración pública.

Se debe fomentar una cultura democrática para que los ciudadanos entiendan y defiendan sus derechos y participen activamente en la vida política. La educación cívica y la promoción de la participación ciudadana fortalecen los cimientos de la democracia y hacen más difícil la consolidación de un golpe de estado técnico.

La comunidad internacional puede desempeñar un papel crucial. La observación electoral imparcial y el escrutinio por parte de organismos internacionales pueden aumentar la transparencia y la legitimidad de los procesos electorales.

La sociedad civil y los ciudadanos desempeñan un papel fundamental. La vigilancia ciudadana, a través de organizaciones de derechos humanos, medios de comunicación independientes y movimientos sociales, puede contribuir a visibilizar las amenazas y presionar por una respuesta adecuada.

La manipulación mediante la propaganda política y la alegación infundada de un golpe de estado técnico representan per se una amenaza para la estabilidad y la democracia de México; por ello es necesario reconocer y desafiar estas tácticas, promoviendo una ciudadanía informada y activa que valore la transparencia, la diversidad y la integridad en el sistema político y sólo a través de la defensa de los principios democráticos y el rechazo a la manipulación populista podremos construir un México fuerte y resiliente.

Después de escuchar al presidente decir, sin ninguna evidencia, que desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación se fragua un golpe de estado técnico, no puedo evitar recordar el diálogo en “The Dark Knight” entre el Joker y el Fiscal Harvey Dent: “Do I really look like a guy with a plan?” y reír.

Pero luego recuerdo que el Joker también dijo: “You see, I’m, a guy of simple taste: I enjoy dynamite, and gunpowder… and gasoline!”

Y me preocupo.

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