El Senado de Estados Unidos (EU) dio el visto bueno a la ley bipartidista apoyada por el presidente Joe Biden para aumentar el techo de deuda del gobierno de 31.4 billones de dólares, con lo que se evitará el incumplimiento de pago en que se caería por primera vez. 

La aprobación contó con 63 votos a favor y 36 en contra; la Cámara de Representantes ya había dado el visto bueno a la iniciativa de ley el miércoles pasado. Los legisladores realizaron la aprobación de manera pronta al correr contra reloj tras las disputas partidistas entre demócratas y republicanos.

El Departamento del Tesoro advirtió que no podría pagar todas las facturas del Gobierno el próximo 5 de junio si el Congreso no actuaba para entonces. 

“Estamos evitando el incumplimiento esta noche”, dijo Chuck Schumer, líder de la mayoría del Senado, al dirigirse a los legisladores. 

A través de un comunicado, Biden elogió la resolución del Congreso y aseguró que será promulgada lo antes posible.

Este acuerdo bipartidista es una gran victoria para nuestra economía y el pueblo estadounidense

señaló el mandatario.    

La negociación para llegar a un acuerdo contó directamente con la participación de Biden y del presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy

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Un acuerdo con disputas

Para aprobar un aumento al límite de la deuda de EU, los republicanos estaban negociando recortes de gastos en diversas áreas; mientras Biden presionaba para aumentar los impuestos para los ricos y las corporaciones para ayudar a abordar la creciente deuda. 

Ambos partidos bloquearon los crecientes programas de jubilación y atención médica del Seguro Social y Medicare de los recortes, y McCarthy se negó a considerar reducir el gasto en militares o veteranos

Tras concretarse el acuerdo, los republicanos lograron ganar alrededor de 1.5 billones en reducciones durante 10 años, en un principio buscaban que la cantidad ascendiera a 4.8 billones en ahorros durante una década. 

Si bien las partes contaban con algunos desacuerdos, todas coinciden en que la caída en un incumplimiento por falta de fondos traería diversas afectaciones para el país

La última vez que Estados Unidos estuvo cerca de caer en incumplimiento fue en 2011. El enfrentamiento afectó a los mercados financieros, condujo a la primera rebaja en la historia de la calificación crediticia del gobierno y elevó los costos de endeudamiento de la nación. 

En esta ocasión, la problemática se resolvió de forma más rápida luego de las negociaciones entre Biden y McCarthy, al saberse que contaban con el apoyo para la aprobación. 

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Con información de Reuters