Los avances tecnológicos suelen ser constantemente aplaudidos; sin embargo, sus beneficios suelen ser utilizados como moneda de cambio por parte de las empresas. Tal es el caso de la aplicación de la inteligencia artificial (IA).

El desarrollo tecnológico que saltó a la palestra el año pasado tras la viralización de ChatGPT está siendo implementado en buscadores y otras herramientas, pero a cambio de su uso los cibernautas deben despedirse de su privacidad.

inteligencia artificial

 

(La IA) básicamente es sólo otra ruptura del cristal en términos de privacidad, identidad y autonomía

dijo Jeff Chester, director ejecutivo del Centro para la Democracia Digital (CDD), al tiempo que reconoció que también tiene implicaciones positivas.

Si bien es cierto que al ingresar a la red los usuarios prácticamente dejan atrás sus derechos a la privacidad, Chester considera que la IA es más persuasiva que otras herramientas al centrarse en las recompensas que puede ofrecer

Mucho se ha hablado de la regulación de la inteligencia artificial, sin embargo, hasta el momento se ha quedado rezagada junto al tema de privacidad. 

Desde la perspectiva de Tal Zamir, CTO de la empresa de ciberseguridad Perception Point, algunas herramientas como Bard —bot de Google con IA— y otras que mejoran la experiencia de compra en línea a través de recomendaciones personalizadas pueden crear riesgos potenciales de seguridad

Los consumidores que utilizan Bard están cediendo algunos de sus datos personales a cambio de los beneficios de la herramienta

añadió Zamir. 

Google y la inteligencia artificial en Bard

Aunque ChatGPT fue la herramienta con IA que más miradas atrajo, Bard es el chabot utilizado por el buscador más popular entre los consumidores, por lo que se le debe prestarse especial atención.

Pese a los temores que puedan existir, un portavoz de Google puntualizó que las normas sobre la protección de información en sus diferentes productos es clara, además de que los datos analizados por Bart no son vistos por ojos humanos.

Los beneficios de Bard deben sopesar frente a las posibles consecuencias oscuras, y los consumidores deben tener cuidado y priorizar su privacidad antes de adoptar Bard u otras herramientas impulsadas por IA

advirtió Zamir.

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Con información de CNBC