La petrolera francesa Total se convirtió este viernes en la primera empresa global en renunciar a su membresía en el Instituto Americano del Petróleo (API) debido a desacuerdos sobre sus políticas climáticas y su llamado a facilitar las regulaciones para realizar perforaciones.

Total dijo que no renovará su membresía 2021 en API luego de haber analizado las posiciones climáticas del grupo, las cuales describió como solo “parcialmente alineadas” con las propias.

La importante salida del grupo de cabildeo más poderoso de la industria energética ocurre antes de la toma de protesta de Joe Biden, cuya administración promete cambios importantes en materia climática para llevar a Estados Unidos a cero emisiones en 2050.

“Como parte de nuestras ambiciones climáticas, hechas públicas en mayo de 2020, estamos comprometidos a asegurarnos de forma transparente que las asociaciones de las que somos miembros adopten posiciones y mensajes alineados con los del grupo en la lucha contra el cambio climático”, dijo Patrick Pouyanné, ejecutivo en jefe de Total.

El retiro resalta la creciente disputa entre las empresas energéticas europeas, que el año pasado prometieron acelerar su planes para cortar emisiones y aumentar su participación en energías renovables, y sus contrapartes estadounidenses, como Exxon Mobil y Chevron, que han resistido las presiones para diversificarse.

Chevron no tiene planes para abandonar la API, dijo su vocero Sean Comey. Exxon no respondió a solicitudes de comentarios.

El anuncio también puso presión a BP y Royal Dutch Shell, rivales europeos de Total, para seguir el ejemplo de la empresa francesa.

BP, Shell y Equinor dijeron este viernes que están revisando sus membresías en organizaciones de comercio y cómo se alinean con asuntos climáticos. El vocero de Shell, Curtis Moore, dijo que “API se está acercando a la visión de Shell” en cambio climático.

Las compañías petroleras europeas han señalado en el pasado el papel de la API en formular los estándares de seguridad y operación de la industria como su razón para permanecer en el grupo.

Sin embargo, en sus razones para abandonar el grupo, Total citó el apoyo de la API a la eliminación de la regulación de emisiones de metano en Estados Unidos, su postura sobre cuotas al carbono, así como su falta de apoyo a subsidios para vehículos eléctricos.

El Instituto agradeció a Total por su membresía y apuntó que no apoya los subsidios energéticos, pues pueden distorsionar los mercados.

“Creemos que los retos mundiales de energía y medio ambiente son suficientemente grandes para ser resueltos utilizando distintas estrategias, y nos beneficiamos por la diversidad de opiniones”, dijo la API.

El grupo ha defendido su récord en cuanto a emisiones de carbono, apuntando a los avances tecnológicos de la industria que han ayudado a recortar sus emisiones de dióxido de carbono y metano en regiones de alta producción de crudo.

El año pasado, Total anunció planes para recortar sus emisiones de carbono, con la meta de alcanzar cero emisiones netas de sus operaciones y productos vendidos a clientes en Europa antes de 2050.

Las operaciones de Total en Estados Unidos incluyen un número de plataformas marinas de petróleo y gas en el Golfo de México, una refinería y planta petroquímica en Port Arthur Texas, así como negocios de energía renovable. La compañía produce alrededor de 343,000 barriles de petróleo crudo equivalente al día en el continente americano.

“Simplemente no hay justificación para ninguna asociación con grupos de cabildeo que eliminan regulaciones de emisiones y menosprecian la acción climática urgente”, dijo Jeanett Bergan, jefa de inversiones responsables en KLP, el fondo de pensiones más grande de Noruega que maneja 80,000 millones de dólares en activos.

Total, BP y Shell ya se habían retirado de American Fuel & Petrochemical Manufacturers (AFPM), un grupo de refinación en Estados Unidos, debido a diferencias sobre políticas climáticas.

La salida de API es más significativa, dijo Andrew Logan, director de programas de crudo y gas y energía limpia para el grupo de inversionistas CERES, quien hizo eco de la presión que esto pone a otras compañías europeas.

“Dado el tamaño e influencia de API, este es un movimiento mucho más importante que las decisiones anteriores de abandonar grupos de nicho como AFPM. Creo que veremos a otras compañías seguir el ejemplo”, dijo Logan.