Nike confirmó que despedirá a 700 trabajadores de su planta de Oregon, un aumento a los 500 confirmados originalmente, que forman parte de un plan de reestructura que culminará el próximo 8 de enero.

La compañía estadounidense, que tiene más de 76,000 empleados a nivel mundial, dijo que eliminar los 500 empleos originales tendría un costo de entre 200 y 250 millones de dólares y que era una medida necesaria en el proceso de construir una compañía “más plana y flexible”.

Nike dijo que los recortes no estaban relacionados directamente con la pandemia, y que estos sólo llegaban en un momento en que la compañía planea concentrarse en las ventas digitales directas al consumidor.

En una declaración escrita enviada al diario The Oregonian, Nike dijo que sus acciones se centran en la transformación de la compañía para definir el punto de ventas del futuro. La transformación ya ha provocado cambios de liderazgo para las divisiones de Nike en Europa, Medio Oriente y África del Norte, Asia-Pacífico y Latinoamérica.

La nueva estrategia de la compañía lleva el nombre de Aceleración Directa al Consumidor y plantea inversiones en comercio electrónico y tecnología, además de una simplificación de sus divisiones para hombre, mujer y niños.

Durante el primer trimestre, Nike reportó una caída de ganancias netas año con año de sólo 1%, impulsada principalmente por un crecimiento de 82% en su división de ventas electrónicas. El mes pasado, la marca reportó un precio máximo histórico en sus acciones.

Nike no es la única compañía deportiva afectada por una menor demanda. Under Armour confirmó el mes pasado que tendrá que despedir a 600 empleados, un movimiento cuyo costo calcularon entre 550 y 600 millones de dólares.