Ricolino lleva casi 60 años en el mercado y ha tenido diversos cambios, como sucede con la mayoría de las marcas para innovar y seguir presente. En este caso, las modificaciones de la marca mexicana fueron desde su imagen hasta el dueño.

Hace unos meses, la compañía llevó a cabo el cambio de propietario, concluyendo así su vínculo con la empresa matriz que la fundó, Bimbo.

La venta de Ricolino significó un impacto importante para la marca, pero sobre todo una revolución para los nuevos dueños que buscan mantener el legado obtenido desde su fundación.

¿A quién le pertenecía Ricolino?

El origen de Ricolino se da en el año 1970, gracias a la visión de Lorenzo Servitje y Roberto Servitje. Los empresarios buscaron crear una marca de dulces para ampliar su mercado y llegar a más personas que con el impulso de Bimbo ya lo habían conseguido.

Al ser parte de Grupo Bimbo, la marca de dulces comenzó a comercializarse en todo el país, logrando así ser una de las más reconocidas.

(Fotoarte: Cristian Laris)

¿Quién es el nuevo dueño de la marca?

La historia de Ricolino cambió en noviembre de 2022, cuando Bimbo vendió la marca a Mondelēz International, un conglomerado multinacional estadounidense. Su enfoque son empresas de alimentos y bebidas, así como confitería.

En su sitio web, la compañía estadounidense expone que la adquisición de la marca de Grupo Bimbo fue un logro ya que se trata de “una empresa formada por marcas que están muy arraigadas en el corazón de los mexicanos”. Ante esto, cumplirá su meta de fortalecer su presencia en México y el mercado latinoamericano.

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Fotoarte: Andrea velázquez

El empresario belga Dirk Van de Put está a cargo de Mondelēz International desde 2017, ya que funge como presidente y director de la compañía. En México su imagen se hizo conocida el año pasado porque incluso se reunió con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Transacción millonaria

En su página web, Mondelēz International dio a conocer que la transacción fue de 27,000 millones de pesos. Por esto, la empresa le pagó al Servicio de Administración Tributaria (SAT) más de 6,000 millones de pesos en impuestos.

 

Mediante un reporte, la nueva empresa propietaria de Ricolino detalló que la compra le permitió aumentar su equipo de trabajo ya que ahora cuenta con más de 6,300 personas.

El negocio también creció con una cadena de producción de seis plantas y una plataforma de distribución con más de 3,000 rutas que llegarán a más de 600,000 puntos de venta.

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