En medio de la crisis mundial que se vive por la pandemia del COVID-19, el precio del café, una de las materias primas agrícolas más demandadas, ha subido con fuerza, aunque para los productores mexicanos, el beneficio no se ha reflejado del todo.

Una mala comercialización en el mercado local y la falta de entrega de apoyos prometidos por el gobierno son algunos de los problemas de los agricultores mexicanos.

Los futuros de café arábigo, operados en Nueva York, avanzan 8.67% desde el 20 de febrero, cuando el COVID-19 se convirtió en un problema mundial. En la sesión del miércoles, el contrato para entrega en junio, cerró en 1.12 dólares por libra.

Deberías leer: Acciones de Alsea triplican la caída que ha tenido el IPC de la Bolsa Mexicana en 2020

Un contrato de futuro es un acuerdo para comprar o vender un activo, en este caso, café, a un precio determinado en una fecha establecida. El precio de los futuros indica lo que los inversionistas esperan que valga el activo en una fecha específica.

México y sus propias presiones

Los precios actuales del café lo notan los caficultores mexicanos. En octubre de 2019, cuando inicia la cosecha en México, el precio por un saco de 46 kilogramos (quintal) de arábigo rondaba los 1,800 pesos. Hace unas semanas, el quintal costaba 2,400 pesos.

Si bien hay un incremento en el precio, éste podría ser mayor, pero es un problema interno del mal funcionamiento del esquema de comercialización que manejan las trasnacionales porque no se está aprovechando el café que se produce en el país

dijo Fernando Celis, campesino veracruzano y vocero de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras.

Otro problema que han enfrentado los caficultores es la falta de entrega de apoyos del gobierno. El año pasado, se puso en marcha el programa Bienestar para el Campo, que buscaba entregar 5,000 pesos a 250,000 pequeños productores.

No obstante, el año pasado solo se benefició a 150,000 productores porque el gobierno decidió crear un nuevo padrón, el Padrón del Bienestar. “Ahí se excluyeron, al menos, a 70,000 productores porque les faltaba algún documento y no se les avisó”, dijo Celis.

Para 2020, la meta es beneficiar a 250,000 productores, pero el COVID-19 impide que se abran las ventanillas de atención al público para llevar los documentos o requisitos faltantes.

De momento, el gobierno federal hizo varios planteamientos dentro de la coyuntura del COVID-19, como ofrecer créditos de 10,000 pesos a tasas bajas, pero hasta el momento no se ha concretado, comentó Celis.

Los principales productores de café, principalmente, Brasil, bajaron los niveles de producción. Además, se registró una caída de las exportaciones, lo que refleja una escasez de abastecimiento. A lo anterior, se suma que la demanda por el café aumentó 1.45% a nivel mundial, las últimas semanas, dijo Alan Robles, sales trader.

El clima ha jugado a favor de los precios de la materia prima. En diferentes regiones, tanto en México como Brasil, se han registrado o lluvias fuertes que afectan el crecimiento de la planta o una falta de lluvia, de acuerdo con Robles.

Los temores por el COVID-19 impulsan el apetito por el jugo de naranja

Café contra acciones

El rendimiento del café contrasta con los principales índices accionarios. La materia prima ha tenido impulso debido a la caída en la producción y exportación, junto con un incremento en la demanda. Si bien, el escenario para el café tiene cierto grado de incertidumbre, luce sólido de corto plazo.

El rendimiento del café contrasta con los índices accionarios. En Estados Unidos, el Promedio Industrial Dow Jones, que engloba a las 30 principales empresas que cotizan en el mercado estadounidense, tiene una baja de 17.74% en lo que va del año. En México, el S&P/BMV IPC, el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores, ha perdido 21.40% en el mismo periodo.

El café tuvo su momento de presión. En mayo del año pasado, su precio cayó hasta 87 centavos de dólar y llegó a promediar en los primeros cinco meses de 2019 en un precio de 96 centavos, su nivel más bajo en 15 años.

De corto plazo, la incertidumbre de si habrá o no escasez de café puede dar soporte al precio de la materia prima.

“Podemos esperar un rango de precio de un dólar por libra hasta 1.40 dólares por libra, que es donde se ha mantenido el precio del café la mayor parte del tiempo los últimos años”, comentó Robles.