Los bancos e instituciones financieras han resentido el impacto del COVID-19 en la economía mexicana y los precios de sus acciones así lo reflejan.

Las acciones de las ocho instituciones financieras más bursátiles del país presentan, en promedio, un ajuste de 42.06% en lo que va del año, mientras que el S&P/BMV IPC, el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores, tiene una caída de 20.61%

La situación económica ya comenzó a deteriorarse de manera notable, lo cual podría verse reflejado en un menor otorgamiento de créditos por parte de la banca. Con ello, esperamos que revisen sus guías de crecimiento en cartera de crédito y utilidades a la baja

publicó en un reporte Intercam Banco.

De manera particular, los títulos de Gentera, Banco del Bajío, Crédito Real y Unifin han tocado mínimos históricos en las últimas semanas, esto es, 50% de las instituciones financieras más operadas en bolsa.

Del otro lado, si bien las acciones de Banorte, Inbursa, Santander y Regional no han llegado a su mínimo histórico, tienen bajas que llegan hasta 48.35% en lo que va de 2020.

Rumbo a una recesión

El impacto económico que tendrá el COVID-19 en México todavía es incierto. Mientras que Hacienda estima una caída de 3.9% para el Producto Interno Bruto (PIB), instituciones como Bank of America Merrill Lynch esperan que la economía mexicana se contraiga 8% este año.

En nuestra visión, la calidad del crédito es la clave variable para monitorear (a bancos), pero sin datos oportunos, el flujo general de noticias probablemente dominará el debate

dijo Barclays en un análisis.

Regional y Banco del Bajío están enfocados a pequeñas y medianas empresas (pymes); al menos 80% de sus carteras vigentes tiene exposición a dicho sector. En Gentera, casi la totalidad de su cartera está compuesta por pymes, emprendedores y por personas que laboran en el sector informal del país.

En México las 4.2 millones de micro, pequeñas y medianas empresas que operan generan 72% del empleo y 52% del PIB del país.

Primeras medidas

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) emitió el 27 de marzo criterios contables especiales que aplicarán los bancos para los créditos de consumo, vivienda y comerciales para clientes que vean afectación en su fuente de pago, esto para contener los efectos adversos que tendrá el COVID-19.

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El sistema financiero en México, y compañías como Banorte, cuentan con métricas saludables que permitirían mantener fortaleza financiera; sin embargo, dicho sector podría no ser uno de los beneficiados o más defensivos, debido a la expectativa de un entorno económico retador

comentó en una nota Verónica Uribe, analista de Grupo Financiero Monex.

Después de recortar la calificación financiera soberana de México, el 26 de marzo, S&P Global Ratings disminuyó la calificación de varias instituciones financieras y subió de cinco a seis -en una escala donde el máximo es 10- el riesgo del sector bancario mexicano.