Gentera ha sido una de las empresas que más ha resentido el impacto económico del COVID-19, aunque una vez que pase la tormenta, las perspectivas de la emisora son positivas.

Desde el 20 de febrero, cuando escalaron a nivel mundial los contagios del COVID-19 al 7 de abril, las acciones del conglomerado microfinanciero han caído 57%; su precio pasó de 21.15 a 9.16 pesos por título.

Gentera enfoca su negocio en los microcréditos, microseguros y microfinanzas, en los que clientes de las instituciones son personas que forman parte del sector informal del país o son microempresarios.

Los prestatarios de Gentera son trabajadores de la economía informal, cuyas ventas dependen del tráfico de la calle y cuyos clientes podrían verse afectados, rápidamente, por una menor actividad económica, de acuerdo con un reporte de Barclays.

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Al 2018 había 4.2 millones de micro, pequeñas y medianas empresas que generan el 72% del empleo y 52% del Producto Interno Bruto (PIB) de México.

El gobierno federal ha pedido a las personas quedarse en casa y no salir a la calle a menos que sea necesario. Lo anterior, para evitar la propagación del COVID-19. El martes, México tenía el registro de 2,785 caos confirmados y 141 defunciones.

Por el tipo de negocio de Gentera, sus créditos son por periodos de cuatro meses, aproximadamente, y los pagos suelen ser de frecuencia semanal. Con una economía parada, un pequeño negocio tendrá menos ingresos semanales y su capacidad de pago será menor, comentó Eduardo López, analista de Ve por Más (Bx+).

Al cierre de 2019, la cartera vencida de Gentera era de 1,163 millones de pesos, lo que representaba un índice de morosidad de 2.79%.

Decisiones y presiones

Ante los impactos que tendrá el COVID-19 en la economía, la empresa propiedad de Carlos Danel y Carlos Labarthe, que dirige Enrique Majos, informó que no pagará dividendos a sus accionistas y suspenderá las recompras de acciones.

Además se caracteriza por tener un control estricto de gastos.

La presión sobre Gentera no se queda en las acciones. Las calificadoras de riesgo, Fitch y S&P recortaron la perspectiva y la nota crediticia de la empresa, respectivamente. Ambas ubican la calificación de Gentera en ‘BBB-’, por lo que un recorte más, de cada una, quitaría el grado de inversión a sus bonos.

“Eventualmente, si la emisora quisiera salir a colocar más deuda, que de corto plazo no parece que lo hará, con una calificación más baja subirá el costo de su deuda”, dijo Eduardo López.

Una forma en que se puede contrarrestar lo anterior es con dinero más barato.

Las expectativas de los analistas apuntan a que Banco de México seguirá con los recortes de la tasa de interés referencial este año, lo que provocará que las colocaciones de deuda que hagan las empresas no ofrezcan rendimientos tan elevados como hasta ahora.

No todo es negativo para Gentera y su perspectiva puede cambiar drásticamente una vez que el temor e impacto del COVID-19 se aminore.

Cuando la incertidumbre se disipe, Gentera tendrá una recuperación inminente. El recorrido de sus acciones a la primera resistencia (alrededor de 12.80 pesos), reflejaría un incremento de 40% y, mucho mejor, a precios preCOVID-19 (cercanos de 20 pesos), implicaría un incremento de 120%

comentó Santiago Cortés, analista independiente.

Debemos de considerar que, en una eventual recuperación, se ha visto el fenómeno que la gente que se quedó sin empleo, en el sector formal, pasa al autoempleo y ahí viene una oportunidad para Gentera, en los temas de créditos, de acuerdo con Eduardo López.