El director del Banco de Pagos Internacionales (BPI), Agustín Carstens, fue galardonado por Felipe VI con el XIX Premio de Economía Rey de España, al considerar al funcionario mexicano como uno de los responsables de política económica más importantes.

En el acto, celebrado el lunes en la sede del Banco de España, en Madrid, Carstens recibió la estatuilla del premio que otorga desde 1986, con carácter bienal, la Fundación José Celma Prieto, un empresario español fallecido en 2020.

El jurado, tras la deliberación del 17 de noviembre, ha decidido otorgar el Premio de Economía Rey de España a Agustín Carstens, considerado uno de los responsables de política económica más importantes e influyentes en el ámbito iberoamericano en las últimas tres décadas

comentó en su discurso de entrega el Gobernador del Banco de España Pablo Hernández de Cos.

El Premio de Economía Rey de España está considerado entre los más importantes del ámbito económico dirigido a personalidades españolas y latinoamericanas, con una dotación de 72,000 euros (77,000 dólares o cerca de un millón 386,770 pesos mexicanos.

Carstens, nacido en Ciudad de México en 1958, comenzó a dirigir el BPI, la institución financiera internacional más antigua del mundo, con sede en Basilea (Suiza), en diciembre de 2017.

A partir de entonces ha sido el encargado de asistir a los supervisores centrales en la promoción de la estabilidad monetaria, después de dirigir Banco de México (Banxico) desde 2010.

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Carstens apoya políticas restrictivas para contener la inflación

En el discurso del lunes, Carstens hizo un alegato a favor de las políticas restrictivas emprendidas por los principales bancos centrales para contener la inflación y abogó por mantenerlas hasta que regrese a niveles “congruentes”.

“Esta respuesta contundente debe perdurar hasta que el trabajo esté hecho (…) De lo contrario, la credibilidad de la política monetaria se vería cuestionada y, de paso, la de los bancos centrales autónomos encargados de ejecutarla

argumentó.

El director del BPI resaltó la importancia de la “confianza” de la sociedad en las políticas públicas y en los reguladores monetarios.

Felipe VI, a su vez, elogió “la magnífica capacidad analítica y de negociación” de Carstens, las cuales considera que son dos cualidades fundamentales, que en estos tiempos, parecen más que necesarias.

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Con información de EFE