La propuesta del gobierno de la Ciudad de México de cobrar a las plataformas de entrega de paquetería o alimentos un 2% del costo total del envío por el uso de la infraestructura de la capital, resulta una apuesta de recaudación mal dirigida y que pondría frenar la recuperación económica. 

La propuesta es un impuesto por utilizar la calle, lo que afectará a comercios, restaurantes, repartidores y consumidores, dijo Carlos Quintero, gerente de Impuestos Digitales de la Asociación de Internet Mx.

La propuesta de un nuevo impuesto atenta contra la reactivación económica, cuando apenas estamos empezando a despegar y además le pone un freno a la economía digital, en un momento en el que hay incertidumbre ante una nueva variante de virus

Varios organismos que integran a diferentes plataformas digitales, además de la Asociación de Internet, han tenido acercamientos tanto con el gobierno local como con distintos grupos parlamentarios para evitar que avance la iniciativa.

Quintero comentó que la propuesta se puede reconsiderar tan solo analizando los efectos adversos, considerando que cada vez más jugadores se han sumado al comercio electrónico, un negocio en donde un gran número de empresas se verían afectadas. 

Tenencia y predial tendrían mayor impacto recaudatorio

Si bien la iniciativa de la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, revela el interés recaudatorio de la CDMX, no resuelve la necesidad de implementar mecanismos de recaudación, ni tampoco la de fortalecer áreas de recaudación ya existentes como la tenencia o el predial. 

Adrián García, coordinador del área de Ingresos e Impuestos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) explicó que en estas áreas hay una recaudación importante que no se está registrando, ya sea porque hay una mala administración, malos registros o algún otro factor que no está identificado. 

Sería más importante trabajar en esas fallas para fortalecer la recaudación local. Arreglar estas áreas existentes daría más beneficio, y suena más viable que el tipo de presupuesto que se está proponiendo

Propuesta, a contrarreloj

El próximo 15 de diciembre se vence el plazo para que el Congreso local decida si da ‘luz verde’ o no al impuesto propuesto, que la propia jefa capitalina ha defendido argumentando que esos recursos se destinarán a servicios públicos. 

Dado que la propuesta de este impuesto es por uso de infraestructura de la ciudad, García indicó que si estos recursos fueran etiquetados, estos tendrían que destinarse a la infraestructura de las calles. 

No es la primera vez que en México se habla del etiquetado de los recursos, por ejemplo, el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) como el aplicado al tabaco para destinarlo al sistema de Salud, al igual que el tributo aplicado a bebidas alcohólicas; o el impuesto a las gasolinas para mejorar el transporte público.

Aunque en México no está etiquetado, sí se hace en otros países, lo que ayuda a tener una mejor aceptación en este tipo de impuestos, pues es palpable el uso que se le está dando a los recursos, y hace ver que la percepción del contribuyente sea menos negativa, aseguró. 

Nueva contribución sin beneficio claro

La iniciativa de Sheinbaum implica reformar el Código Fiscal de la capital, una propuesta sin precedentes al tratarse de una nueva contribución que va en contra de la promesa del gobierno de no generar nuevos impuestos, aseguró Cynthia Solis, socia de Lex Inf IT Legal Advisory.

Para la abogada especialista, la propuesta también supone de alguna manera un riesgo para los empleos, ante una reciente reactivación económica y una menor demanda. 

En su opinión, el gobierno capitalino está tratando de hacer una reforma inconstitucional que es ilegal, dado que carece de facultades para nuevas contribuciones al amparo de figuras jurídicas.

“Están queriendo disfrazar de aprovechamiento un nuevo impuesto que viola el principio de equidad tributaria”

La propuesta, asegura Solis, viola varios principios como la competencia, la equidad fiscal, incertidumbre al generar un impuesto del que no se sabe su aprovechamiento y que además no demuestra que vaya a generar un gran beneficio.