Las declaraciones que ha hecho el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sobre las consultas que solicitó Estados Unidos y Canadá a México sobre el sector energético bajo los estándares del T-MEC, dan señales de que podrían no llegar a buen puerto. 

Si no hay un acuerdo en las consultas, se iniciará un proceso de arbitraje con paneles de expertos y  se deberá determinar una resolución. Si el laudo no favorece a México y el gobierno decide no respetarlo, entonces, vienen las represalias (innecesarias) comerciales. 

No dejes de leer: Los ‘daños’ del T-MEC por 30,000 mdd ¿es mucho o poco?

¿Qué características podrían tener estas represalias? 

  • Que sea un bien representativo y relevante para el país sancionado.
  • Que el país que la aplica cuente con suficiente proveeduría del producto sancionado para que no implique incrementos significativos en sus costos de importación.
  • Enfocarse en Estados/Regiones con mayor impacto político.

Automotriz y petróleo, difícil de tocar en represalias 

De los casi 400,000 millones de dólares que Estados Unidos compra de productos provenientes de México, 10 grandes categorías representan cerca del 50% del total. Destacan los vehículos automotores, computadoras, autopartes, televisores, petróleo crudo, equipo para distribución de energía eléctrica, equipo de telecomunicaciones, frutas y verduras. 

Aunque cerca de 55,000 millones de dólares están representados por productos de la industria automotriz (vehículos y sus partes), difícilmente Estados Unidos elegiría bienes de este sector, pues se trata de la industria más integrada en la región de nortemáerica. 

También lee: T-MEC: La disputa entre México y EU por el sector energético

En el sector energético, con lo observado en este año y con el conflicto bélico en Ucrania abierto, restricciones al petróleo crudo también sería una mala idea. 

Donde Estados Unidos tiene mayores opciones de proveeduría y relativamente al mismo costo, sobre todo de Asia y América Latina es en equipo de cómputo, de telecomunicaciones, televisores, maquinaria eléctrica, productos químicos, frutas y verduras, carne de ganado bovino, instrumentos musicales, textil y confección, bebidas alcohólicas, equipo de refrigeración y calentamiento, estructuras metálicas, artículos de perfumería y cosméticos, confitería y azúcar. 

De esa canasta de grupo de productos podría salir la base para juntar compras por 30,000 millones de dólares, ya que son productos que cumplen con dos de las tres características mencionadas al inicio. 

Edomex y Coahuila absorberían más los daños comerciales  

Para poder cumplir con el punto tres, la situación se complica un poco. En términos generales, los estados que concentran las mayores importaciones de Estados Unidos son los del Norte (Chihuahua Coahuila, BC, Nuevo León y Tamaulipas), junto con Guanajuato. 

En la mayoría de ellos, el tema político no sería un inconveniente para la administración del presidente López Obrador, porque son entidades no muy vinculadas a su proyecto actual de gobierno. 

Si Estados Unidos quisiera enfocarse a Tabasco, por lo representativo para AMLO, los montos son relativamente pequeños. El total de las exportaciones anuales de dicha Entidad federativa es cercano a 7,000 millones de dólares, de los cuales prácticamente todo es petróleo. 

Algo similar sucede con la CDMX, otro bastión representativo para AMLO, donde también tiene muy poca actividad exportadora, con ventas al exterior por 2,540 millones de dólares. Difícilmente las autoridades estadounidenses pensarían en esta Ciudad como un foco a seguir. 

Donde Estados Unidos sí tendría mayor margen para lograr un impacto político sería en el Estado de México y Coahuila, sobre todo por la competencia reñida rumbo a la elección de gobernador en 2023. Estas Entidades son la segunda y novena exportadora del país, con ventas internacionales por 54,000 y 17,000 millones de dólares, respectivamente. 

Prácticamente exportan de todos los sectores identificados con potencial para sufrir incremento de aranceles.  

Y es así como el gobierno de AMLO decidirá si desea llegar a buen puerto o iniciar una disputa  (innecesaria ) político y comercial.

 

*James Salazar Salinas es subdirector de análisis económico de CI Banco. Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor.