Los fraudes en redes sociales donde se venden paquetes de viajes a usuarios, se han incrementado 20% en el último año a raíz de la pandemia por COVID-19, lo que implica un nuevo golpe a un sector de por sí debilitado.

La principal plataforma en donde se cometen más los ilícitos es Facebook, donde personas publican promociones atractivas con la leyenda “todo incluido” y números de cuenta para hacer el depósitos; sin embargo, son una estafa.

 

En 2020 se incrementaron 20% los fraudes en comparación con el año previo. En parte fue por la pandemia donde mucha gente empezó a utilizar internet y redes sociales como medio para interactuar; además del crecimiento que se ha dado para programar viajes en el futuro

 dijo Eduardo Paniagua, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viaje (AMAV).

 

Cada hora se comenten alrededor de 463 fraudes cibernéticos, de acuerdo a datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), lo que es preocupante para el sector.

Como medida, la AMAV se ha puesto en contacto con las autoridades para realizar una ley que ponga especial foco en el tema.

“Desde 2013 hemos presionado a la autoridad para que se legisle una nueva ley sobre daño patrimonial. El fraude cibernético tiene muchos alicientes y es complicado el tema”, comentó Paniagua.

Añadió que la asociación trabajó con el diputado Luis Arley, pero con la llegada de la nueva legislatura, se tendrá que trabajar desde cero.

Llueve sobre mojado

Los fraudes es solo uno de los múltiples problemas que enfrenta la industria turística. El sector pasa por uno de sus peores momentos derivado de la pandemia que afectó en especial la movilidad y los viajes.

Tan solo el año pasado el PIB turístico cayó 28.7% frente al 2019, mientras que el nacional retrocedió 8.4% en el mismo lapso, de acuerdo a la Secretaría de Turismo.

En cuanto a los ingresos de divisas por visitantes internacionales, estas alcanzaron 11,000 millones de dólares, un retroceso de 55.1% frente al año previo.

“El fraude cibernético no solo es un peligro para la actividad turística, sino también para las agencias, hoteleros, tour operadores, guías y todos los que conforman la cadena de valor”, dijo el ejecutivo de la AMAV.