La situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa siendo motivo de preocupación, especialmente en lo que respecta a su deuda con proveedores, ya que no solamente se registró un incremento, la situación se agrava porque se dieron prácticas de opacidad.

En febrero de 2024, la deuda de Pemex con proveedores alcanzó la cifra de 139,115 millones de pesos, marcando un aumento del 60% en comparación con el mismo período del año anterior, cuando la deuda rondaba los 86,676 millones de pesos, de acuerdo con datos de la paraestatal.

Este incremento significativo en la deuda se desglosa en un pendiente de 2023 por 77,018 millones de pesos por obligaciones facturadas, y a los que se le suman los primeros dos meses de 2024 con un acumulado de 61,826 millones de pesos.

Este aumento se produce en un contexto en el que no se actualizó la base de datos de la deuda a proveedores desde octubre de 2023.

EL CEO constató que no existen estos datos y fuentes cercanas de la compañía confirmaron que no se pretenden subir.

Por lo tanto, las cifras reportadas para noviembre, diciembre y enero que se encuentren en diferentes medios de comunicación se basan en proyecciones de consultorías.

Para dimensionar la magnitud del problema, en octubre de 2023, la deuda de Pemex con proveedores ascendía a 96,763 millones de pesos, lo que representó un aumento del 44% comparado con la cifra reportada en febrero de 2024.

Las preguntas que se plantean sobre la mesa son: ¿cómo se dio ese aumento? ¿qué sucedió en esos meses faltantes?

La deuda registrada en febrero de este año también podría ser la más alta hasta la fecha desde marzo 2021, según datos proporcionados por Integralia Consultores.

Crónica de una tragedia anunciada con los proveedores de Pemex 

Previo a la publicación de la deuda a proveedores, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) ya había emitido hace unos días un llamado urgente por la situación crítica que se enfrenta por Pemex.

El presidente de la Concamin, José Antonio Abugaber Andonie, puso como ejemplo a los navieros, quienes han recibido pagos mínimos a la semana, mientras que otros aún están a la espera de que se cumplan los compromisos.

Los adeudos pendientes impiden a Pemex licitar nuevos proyectos. Sin los recursos necesarios, la capacidad de licitación se ve comprometida, lo que genera un efecto dominó en la cadena de suministro.

Mientras que el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) de Tabasco, Waldo Carrasco Hurtado, dijo en entrevista con EL CEO que desde el último trimestre se identificó que el sector microempresarial de la entidad y que está relacionado con la proveeduría a Pemex y la refinería de Dos Bocas, está en una“preocupante situación”.

Desde octubre, dijo, las empresas han experimentado retrasos significativos e incluso la falta de pago por parte de Pemex lo que ha generado una cadena de impactos negativos en la economía local.

Se trata de al menos unas 30 empresas afiliadas a Canacintra Tabasco las que están presentando los retrasos.

La deuda total de la petrolera en Tabasco a estas empresas se estima en un rango actual entre los 80,000 y los 90,000 millones de pesos.

Gobierno de AMLO adjudica directamente contratos en refinería de Dos Bocas
AMLO-Dos Bocas (Fotoarte: Andrea Velazquez)

El incumplimiento en el pago de esta deuda no solo afecta la viabilidad financiera de las empresas proveedoras, sino que también tiene un impacto directo en las familias que dependen de ellas.

Además, compromete la cadena de suministro de Pemex, lo que puede derivar en interrupciones en la distribución de productos y servicios esenciales para el país.

La creciente deuda de Pemex con proveedores representa un desafío económico significativo que requiere atención urgente por parte de las autoridades pertinentes para evitar consecuencias negativas tanto a nivel empresarial como social.

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