Si bien el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio el visto bueno a Germán Larrea como posible comprador de Banamex, dejó en claro que existen diferencias entre ambos, las cuales están directamente relacionadas con la participación del empresario en la industria minera del país.

Ha pasado más de un año desde que la CEO de Citigroup, Jane Fraser, anunció la intención de abandonar las operaciones de la banca de consumo de México (Banamex), y aunque el proceso ha avanzado de manera lenta, todo parece indicar que la adquisición por parte de Larrea ya está cerca de formalizarse, mientras el gobierno federal funge como espectador al tratarse de una operación privada.

 

¿Pero de dónde viene el descontento de López Obrador con el propietario de Grupo México? La historia podría remontarse a 2006 y ha continuado hasta la fecha:

2006.

El 19 de febrero de 2006 hubo una explosión en la mina carbonera de Pasta de Conchos, propiedad de Grupo México, la cual se encuentra ubicada en Coahuila. En el derrumbe quedaron atrapados 65 mineros, que no pudieron ser rescatados con vida. 

En ese entonces, López Obrador era candidato a la presidencia de la República y fue uno de los principales críticos sobre el actuar de la minera y sus propietarios, a quienes exigió el rescate de los cuerpos y dar una indemnización a las familias.

El 23 de junio del mismo año se recuperó el primer cadáver, lo cual dio esperanzas a las familias, e incluso, Grupo México y el gobierno federal, a cargo de Felipe Calderón Hinojosa, afirmaron que seguirían las labores de rescate de los demás mineros fallecidos, pero esto no ocurrió.

El gobierno mexicano argumentó que el ingreso de personas en las circunstancias de la mina —por la alta concentración de metano— comprometía su seguridad e higiene, así como su integridad física.

Una vez que López Obrador llegó a la Presidencia, se retomaron las labores de rescate de los cuerpos, las cuales se prevén que terminen en diciembre de este año, si no se presentan eventualidades, publicó el medio Contralínea. 

2014.

El derrame de 40 millones de litros de desechos tóxicos y metales pesados desde la mina Buenavista del Cobre, subsidiaria de Grupo México, sobre los ríos Sonora y Bacanuchi ocurrido el 6 de agosto de 2014—, es el desastre ambiental minero más grande de la historia en México. 

En ese entonces, Germán Larrea aseguró que el Río Sonora sólo se había ensuciado y no estaba contaminado, al asegurar que “no se había visto ningún pájaro o pez muerto en el río afectado”. 

El río se ensució, no se contaminó. Es diferente. Se hizo la reparación, que es limpiar el río y los cauces de metales pesados, las posibles afectaciones y apoyar a la población que tuvo algunas afectaciones, pero se hizo a través del fideicomiso la Secretaría de Medio Ambiente

declaró Larrea en ese entonces en entrevista para el portal Pie de Página.

Hasta principios de este año, el presidente sostenía que la reparación del Río Sonora seguía pendiente y aunque ha sostenido varias reuniones con el empresario para tratar el tema, la problemática no ha tenido una conclusión.

Además, el 20 de julio fue clausurada una planta de Grupo México en Guaymas, Sonora, después de que el 9 de julio se derramaron 3,000 litros de ácido sulfúrico al Mar de Cortés. La minera descartó que el derrame haya causado severos daños en el medioambiente.

2018.

Por otro lado, Larrea fue uno de los empresarios que en las elecciones de 2018 llamó a sus empleados a “razonar su voto” y a “alejarse de políticas populistas”, en un intento por evitar que el entonces candidato de Morena llegara a la Presidencia.

Larrea envió a sus empleados una misiva donde aseguró que no consideraba “que un modelo populista ni la amnistía sea la solución a ello (impartir la justicia por igual)”.

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2023.

Los últimos episodios de esta serie de desencuentros han sido los cambios a las leyes de minería y de vías férreas impulsadas por el gobierno federal y por el partido Morena, modificaciones que suponen un golpe directo en los negocios de Grupo México.

Pese a los escándalos que han sopesado sobre el segundo hombre más rico de México, el presidente dio su espaldarazo para que adquiera Banamex por cerca de 7,000 millones de dólares, y así garantizar que el banco quede en manos mexicanas.

 

AMLO y Larrea se reúnen 

Tras dar su espaldarazo a la compra de Banamex, el titular del Ejecutivo y el empresario minero se reunieron en dos ocasiones en menos de 24 horas. 

El primer encuentro se dio la mañana de este martes, cuando el propietario de Grupo México acudió a Palacio Nacional en compañía de empresarios del Consejo Económico Asesor, donde también comparecieron Daniel Chávez Morán, de Grupo Vidanta; Miguel Rincón, de Biopapel, Bernardo Gómez, de Televisa; Carlos Hank, grupo Banorte; y Alejandro Baillères, de Grupo Bal.

Mientras tanto, esta mañana se dio a conocer que López Obrador sostuvo otra reunión con Larrea en el mismo recinto. El empresario salió minutos después de las 11:00 horas sin dar declaraciones a la prensa.

Ahora, sólo queda esperar el anuncio oficial de la venta y conocer los nuevos posicionamientos del presidente, quien asegura que no existe ningún problema sobre la compra de Banamex por parte del conglomerado minero, “tenemos diferencias con ellos, pero eso es otro cantar”.

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Con información de El País y medios nacionales