El mercado del huevo alternativo está comenzando a hervir y ya hay startups que se están poniendo creativas con ingredientes amigables como la soya en polvo, semillas de calabaza, algas y frijoles mungo. 

Estas empresas, guiadas por las mismas motivaciones que empresas como Beyond Meat e Impossible Foods -que luchan por apropiarse del mercado de la carne a base de plantas-, como el bienestar animal, el medio ambiente y la salud, ya pusieron la mirada en el próximo gran éxito.

El reto al que se enfrentan startups como VeganEgg, Spero y Just es que la demanda de huevos ​​tradicionales sigue siendo alta.

De acuerdo con The Hustle, cambiar los gustos de los consumidores siempre es difícil, especialmente cuando intentas comercializar productos procesados ​​como una alternativa más saludable a los naturales.

Otro obstáculo, según el sitio especializado está la reacción “que tiende a activarse mientras se observa que los ‘huevos’ líquidos claros salen de una caja de cartón”.

La industria avícola está lista

Para la Industria Avícola este debate no es nada nuevo, ya que a lo largo de las décadas se han mantenido creencias y opiniones contradictorias sobre qué tan saludable es consumir huevos.

En la IEC Business Conference, el ejecutivo de sostenibilidad y comercialización de alimentos y exvicepresidente de Proteína Animal en WWF, Carlos Saviani, aseguró que los estudios que afirman que se debería reducir drásticamente el consumo de proteína animal, incluidos los huevos, están basados en dietas teóricas y, por ende, son erróneos.

Saviana destacó que los huevos y otras proteínas animales tienen un papel importante en la reducción del retraso del crecimiento y la promoción del desarrollo infantil saludable, pero también ayudan a los países a seguir siendo viables.

El exvicepresidente de Proteína Animal en WWF aseguró que hay muchos atributos que hacen que los huevos sean únicos e irremplazables, entre ellos su asequibilidad.

“Nutricionalmente los huevos son la fuente más alta de proteínas de calidad. Son la proteína animal más eficiente, por lo que tienen un impacto ambiental muy bajo”, detalla la Comisión Internacional del Huevo.

Los huevos tienen un impacto ambiental menor que el arroz y otros productos frescos. Su producción requiere poca agua, pues la huella de un huevo es de 29 litros por gramo de proteína, mientras que las nueces tienen una huella de 139 litros por gramo.