Fitch Ratings bajó la calificación crediticia de Petróleos Mexicanos (Pemex) a B+, desde BB-, que indica una capacidad vulnerable para cumplir sus obligaciones dentro de un nivel altamente especulativo de inversión, conocido como bono basura.

De acuerdo con la calificadora, las bajas reflejan el continuo desempeño operativo débil por parte de la petrolera y la expectativa de que se limiten sus fuentes de financiamiento por parte de bancos, inversionistas y proveedores.

Fitch indicó que ha reducido varias calificaciones con criterios ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) de la compañía a 5, lo cual refleja el impacto ambiental y social asociado a los accidentes que han ocurrido en instalaciones de a compañía desde febrero de este año, “que resultaron en bajas y lesiones a sus empleados y daños a infraestructura y activos críticos”.

En observación negativa

La firma también colocó las notas de largo plazo, tanto en moneda local y extranjera, en observación negativa, lo que “refleja preocupaciones en la habilidad y disposición del gobierno mexicano para mejorar la liquidez y estructura de capital de la empresa sin concesiones de sus acreedores”, indicó en la nota.

Fitch recordó que Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, tiene vencimientos por 4,600 millones de dólares este año y 10,900 millones para el siguiente.

 El refinanciamiento de esta deuda expondrá a la compañía a mayores gastos por intereses que pondrán más presión en su flujo de caja. La incapacidad de refinanciar la deuda de los mercados de capital con instrumentos financieros a largo plazo similares u otros exacerbaría su riesgo de liquidez a fines de 2024

 aseveró la calificadora.

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