Las metas sustentables que las Naciones Unidas (ONU) han establecido para aumentar el acceso a la energía eléctrica no son suficientes para impulsar una situación de crecimiento para los países en vías de desarrollo, dado que el esfuerzo se concentra más en el acceso a nivel residencial y menos en el acceso a niveles industrial y comercial, según un estudio realizado por el think tank Energy For Growth Hub.

“SDG7 (las actuales metas de la ONU) pide energía moderna para todos, pero los indicadores para medir el progreso de esta meta se basan en niveles muy bajos de consumo eléctrico residencial”, señala el estudio. “La definición actual falla en capturar el consumo fuera de casa, donde la mayoría de la electricidad es usada, el consumo suficiente de energía es un ingrediente necesario para la actividad económica en cualquier parte, y su ausencia es un obstáculo para mejorar los ingresos y aumentar el desarrollo económico”.

Se trata de un reclamo que ha ocurrido incluso antes de que se establecieran los objetivos del milenio en el año 2000, cuando las metas fueron calificadas como “semi-colonialistas” debido a que las políticas estaban establecidas con estándares europeos.

“Argumentaban que las políticas del cambio climático condenaban a África y a otros países en vías de desarrollo a no desarrollarse. Ellos hablaban incluso de un derecho implícito a contaminar porque todos los países que llegaron a cierto grado industrial tuvieron que contaminar y quienes quieren crecer ahora no lo pueden hacer, lo que podría ser injusto hacia ese desarrollo”, señaló Paul Sánchez, analista del sector.

Esta posible desventaja se puede combatir mediante la fijación de objetivos de cooperación internacional que permitan que los países en vías de desarrollo no dependan de sus inversiones internas, sino de proyectos integrales de infraestructura con miras a que los países que se sienten desplazadas o no incluídos dentro de los objetivos actuales sean quienes obtengan los mayores apoyos.

La energía es fundamental para la vida moderna y las economías prósperas.

El nuevo Mínimo de Energía Moderna de Energy For Growth pide un nivel más alto y más inclusivo de consumo eléctrico como una mejor métrica de acceso a la energía para aumentar las ambiciones globales y apoyar las SDG7.

“Al final del día estas naciones se enfrentan a una serie de dinámicas muy difíciles de transformar desde afuera. En la medida que se requieren más recursos que producen emisiones tales como petróleo o carbón de los que dependen países africanos se tendrán que poner otras restricciones. No es un debate sencillo sobre todo porque no hay muchos mecanismos para que los organismos internacionales cooperen, y no hay una solución de raíz que soluciones el asunto”, apuntó Sánchez.

El analista consideró que es difícil que la ONU vea en estos mecanismos de largo plazo una respuesta definitiva, aunque destacó que muchas iniciativas patrocinadas por el organismo sí tienen este objetivo y han resultado moderadamente exitosas.

Actualmente, el índice que la ONU define como “acceso eléctrico” es de 50 kwh por persona en zonas rurales y 100 kwh por persona en zonas urbanas.

Energy For Growth Hub instó a que la nueva meta sea de alrededor de 1000 kwh por persona, con 30% destinado a consumo residencial y el resto destinado a transporte, comercio e industria.

El think tank reveló que el acceso a esta capacidad eléctrica como mínimo está directamente relacionado con un ingreso de 2,500 dólares anuales, considerados el promedio estimado de la clase media baja.