Total se convirtió esta semana en la más reciente de las grandes transnacionales petroleras en realizar ajustes a su fecha estimada de “peak oil”, es decir, el punto de mayor demanda de crudo en la historia de la humanidad.

En su escenario “rupture”, el de políticas ambientales más agresivas, la empresa francesa estima que el punto de mayor demanda llegará en 2030, y para 2050 la demanda podría ser del 50% de la actual.

Un análisis publicado recientemente por BP estimó que la demanda alcanzará su cenit temprano esta década, y su proyección más optimista señala que el consumo mundial podría nunca volver a los niveles prepandemia si se actúa de forma agresiva en el combate al carbono.

DNV GL, la empresa internacional de servicios para oil&gas y renovables, también publicó un reporte este mes en el que predice que el ‘peak oil’ ya ocurrió y que en el futuro la demanda tenderá a ser menor que la actual.

La velocidad con la que el mundo se acerca a este punto de demanda máxima ya llevó a varias empresas petroleras a diversificar sus inversiones, aunque no todas las iniciativas han tenido éxito.

Esta semana, las acciones de Royal Dutch Shell cayeron a su mínimo en 25 años, luego de que los inversionistas reaccionaron de forma negativa a las actualizaciones sobre la reorganización de la compañía.

Shell anunció este miércoles el recorte de 9,000 plazas durante 2021 y 2022, lo que representa más del 10% de la fuerza laboral de la compañía a finales de 2019. Los directivos calculan que el ajuste les permitirá ahorrar alrededor de 2,500 millones de dólares.

Aunque la necesidad de diversificación ha sido resaltada por múltiples inversionistas y analistas, los movimientos anunciados por la compañía holandesa, que incluyen una disminución de al menos 33% en el número de refinerías que opera, no fueron bien recibidos.

El valor de las acciones de Shell ha disminuido 59% año con año, comparado con el 22% del índice FTSE 100. BP, que en junio anunció recortes de 10,000 plazas, equivalentes al 14% de su fuerza laboral, también experimentó una baja del 54%, mientras que las acciones de Total bajaron 42%.

Ben Geman, de Axios, advirtió que, aunque todas las compañías están realizando proyecciones sobre un menor crecimiento en la demanda de crudo, el concepto de ‘peak oil’ aún no es universalmente aceptado entre los analistas más famosos del sector.

La velocidad con la que el mundo alcance ese punto tendrá un gran impacto en la consecución de las metas de disminución de emisiones necesarias para evitar que la temperatura global suba dos grados centígrados.