Los programas de compra masiva de bonos del gobierno por parte del Banco Central Europeo (BCE), la Reserva Federal de Estados Unidos y otros importantes bancos centrales protegerán las calificaciones crediticias de la mayoría de las economías desarrolladas este año, pero las naciones más pobres no serán tan afortunadas, indicó S&P Global. 

Se espera que la crisis del coronavirus eleve la relación deuda/Producto Interno Bruto (PIB) en el grupo de naciones ricas del G7 en 23 puntos porcentuales para fines de 2021 en comparación con 2019, sin desencadenar aún un recorte en sus calificaciones crediticias.

Pero entre las naciones menos desarrolladas, las calificaciones se han reducido durante el año pasado para ocho países africanos, cinco estados de Medio Oriente y 11 países de América del Sur, América Central y el Caribe, y se avecinan más rebajas, dice S&P Global.

16 países emergentes se mantienen con perspectiva negativa

En la actualidad, 16 países de mercados emergentes todavía tienen perspectivas negativas en sus calificaciones de S&P, lo que indica que podrían enfrentar una rebaja.

La agencia no espera que los niveles de deuda en rápido aumento en Brasil y Sudáfrica se estabilicen incluso para 2023.

Uno de los principales analistas soberanos de S&P, Frank Gill, dijo que para este año “vería muchas más acciones de calificación en los mercados emergentes”.

Eso no significa que las economías desarrolladas estén recibiendo un pase. Simplemente significa que han ganado más tiempo

En la zona euro, el programa de compra de bonos del BCE ha estado absorbiendo el equivalente a toda la deuda externa emitida por los 27 miembros del bloque para combatir la crisis del coronavirus.