La actual estrategia del gobierno México, de tener a Pemex como una pieza central de su política económica, se ha convertido en una piedra en el zapato para la calificación crediticia en medio de la pandemia del COVID-19.

La calificadora Moody’s bajó el viernes la calificación soberana de México a ‘Baa1’ de ‘A3’, y mantuvo la perspectiva ‘negativa’; para Pemex rebajó la nota a ‘Ba2’ desde ‘Baa3’, con lo que perdió el grado de inversión luego de que Fitch a mediados de junio degradó la calificación de la petrolera.

En conferencia de prensa, las analistas de Moody’s para México y Pemex indicaron que, la agencia es indiferente al plan del gobierno de centrarse en Pemex, sin embargo, dado que la petrolera es central para el gobierno, debe otorgarle el apoyo financiero suficiente, algo que no se ve muy posible.

Si quiere que Pemex sea la empresa central en el sector está bine, el tema es que no se le da el apoyo suficiente para que aumente reservas y producción y si no viene poco a poco la empresa se va a debilitar más y eso también afecta al soberano, porque el soberano recibe ingresos del gobierno

dijo en conferencia, Ariane Ortiz-Bollin, analista soberano de México.

Comentó que, hoy por hoy la política no es consistente, porque se dice que se apoya a Pemex para que enfrente sus deudas y su flujo de capital negativo derivado de la caída del precio del petróleo, pero no está ahí el apoyo para inversión, “por eso decimos que no es un apolítica consistente en el tiempo, no se puede mantener, porque en algún punto no se va a cumplir los objetivos y puede haber una ruptura, un cambio radical en la política que se está siguiendo”.

Nymia Almeida, analista de Moody’s par Pemex indicó que la petrolera tiene costos operativos altos y escasez de capital y a pesar de las reducciones recientes, aún paga una carga alta de impuestos, por lo que tiene poca capacidad de capital para invertir en exploración y producción, el negocio que sí resulta rentable para la empresa, en comparación de la refinación.

Pensamos que debería estar invirtiendo entre 20,000 millones de dólares en exploración y producción y eso es tres veces más lo que invirtió en 2019

dijo Nymia Almeida.

Agregó que el negocio de refinación seguirá presentando pérdidas, por lo que por ahora, la inversión en la refinería de Dos Bocas, Tabasco, es “cuestionable”. Comentó que Dos Bocas está relacionado con la mejor utilización del capital disponible, y Pemex no tiene suficiente para invertir en el negocio que realmente le deja utilidades, que es el de exploración y producción, además, se espera que, una vez que pase la crisis del COVID-19, la tendencia de la industria por pasar a energías renovables regresará.

Por otro lado Ortiz-Bollin comentó que la calificadora ha tenido un “enfoque mesurado” para el análisis de todos los soberanos debido a la pandemia del COVID-19, y que no todos los países van a enfrentar una rebaja de calificación ya que la pandemia es un shock que afectará a todos

Esta decisión es viendo más allá de lo que está pasando con el COVID y pensando cuál es el crecimiento potencial y probable de México en el mediano, las presiones fiscales derivadas de Pemex y las respuestas que está teniendo el gobierno a estos grandes retos que estaban ya presentes antes del COVID, y que ha amplificado

dijo Ortiz-Bollin.

De acuerdo con la analista, si se diera un cambio importante en señales de inversión para aumentar el crecimiento económico o un cambio en la manera en la que se busca apoyar a Pemex y consideren que esto es sostenible en el tiempo, entonces pensarían que el perfil crediticio del soberano se puede estabilizar y cambiarían a “estable” la perspectiva para México.

Almedia comentó que para Pemex regresar al grado de inversión en los próximos tres años será complicado, debido al tamaño de la empresa, el plan de negocio y el monto de la deuda que debe pagar.

La calificadora hará una revisión de la calificación de México en los próximos 12 a 18 meses, aunque si hay eventos o elementos a considerar distintos a su escenario base antes de este tiempo, la revisarán.

Otros ajustes

Tras la acción de calificación del 17 de abril, Moody’s bajó las calificaciones sénior quirografarias de las notas existentes de Pemex, así como las calificaciones basadas en la garantía de Pemex, a A2.mx/Ba2 desde Aa3.mx/Baa3.

La agencia también bajó la nota de escala nacional de corto plazo a MX-2 desde MX-1.

“Esta acción de calificación sigue a la acción de Moody’s Investors Service (MIS) de retirar la calificación de emisor de Pemex de Baa3 y asignar una calificación de familia corporativa de Ba2 a la compañía. La perspectiva de las calificaciones de PEMEX permanece negativa”, detalló la petrolera en un comunicado.