Mientras algunas economías evalúan el impacto de la inflación para los próximos meses, en Japón continúa la preocupación por la deflación.

Ootoya Holdings, una cadena de restaurantes, acaba de hacer que su comida de pollo frito sea 50 centavos de dólar más barata. Una camiseta Uniqlo cuesta uno o dos dólares menos a partir de este mes, relata The Wall Street Journal. 

En Japón, el campeón mundial de la deflación, el discurso de Estados Unidos sobre el aumento de la inflación es algo lejano. A pesar de ocho años de gastar billones de dólares para reactivar la economía, el banco central nipón todavía batalla contra la caída de los precios.

El ente monetario prevé que los precios al consumidor subirán 0.4% el próximo año fiscal -que inicia en abril- y 0.5% en el año fiscal 2022, después de una caída proyectada del 0.4% este año fiscal, mostró una encuesta reciente. 

Continuaremos con paciencia la potente flexibilización monetaria para lograr nuestro objetivo de inflación del 2%,

dijo este viernes el gobernador Haruhiko Kuroda

Japón ha estado luchando contra la deflación durante más de dos décadas. Si bien la baja de precios es bien recibida por los consumidores, la caída constante puede conducir a un ciclo negativo de baja inversión corporativa y bajos salarios, explica el medio especializado.

Japón implementará moneda digital este año.

El miércoles, el presidente de la Reserva Federal (Fed) Jerome Powell dijo que se prevé un aumento en los precios de 2.2% en Estados Unidos hacia finales de año y que se mantenga en ese nivel por cierto tiempo y las expectativas a largo plazo se mantengan bien ancladas a ese objetivo.

Entre los fenómenos que pueden impulsar el incremento de los precios está el paquete de 1.9 billones de dólares y una demanda reprimida, toda vez que se abra la economía los bienes y servicios se irán al alza. 

Algunos economistas dijeron que no esperaban un repunte en la inflación incluso después de que la pandemia de COVID-19 se haya calmado y las personas pueden comprar y viajar nuevamente como lo hicieron antes de 2020. 

“Para ganar esa demanda y competir con rivales, es poco probable que las empresas realicen aumentos de precios”, dijo Kazuo Momma, economista del Instituto de Investigación Mizuho. 

No sería sorprendente si no alcanzamos el 2% de inflación durante otros 10 o 20 años,

agregó Momma

Sin embargo, el CEO de Suntory Holdings y miembro del consejo económico del gobierno, Takeshi Niinami, confía en que con la demanda podría reactivarse el próximo trimestre: “hay un creciente apetito por gastar”, declaró.