China planea bajar su meta de crecimiento a 6 o 6.5% para 2019, según fuentes citadas por Reuters, mientras Beijing espera menos demanda interna y tarifas más altas de Estados Unidos por la guerra comercial, según fuentes.

El crecimiento meta que se revelará en la sesión parlamentaria de marzo fue propuesto por líderes a mediados de diciembre en la junta a puerta cerrada de la Conferencia Económica de Trabajo.

Según datos posteriores a la junta, la economía china creció alrededor de 6.6% en 2018, su menor crecimiento desde 1990, y los analistas pronostican una mayor desaceleración este año.

“Es muy difícil que el crecimiento pase de 6.5% este año y podría haber problema si crece menos de 6%”, comentó una fuente anónima a la agencia de noticias.

De acuerdo con expertos, a medida que la segunda economía más grande del mundo pierde aceleración, líderes chinos observan con atención los niveles de empleo, ya que las fábricas podrían verse obligadas a despedir trabajadores en medio de la guerra comercial.

En los próximos dos años, el país asiático necesita un crecimiento de 6.2% para cumplir con la meta del Partido Comunista de duplicar el producto interno bruto para 2020 y convertir a China en una nación “modestamente próspera”.

“Teniendo en cuenta el empleo, los ingresos y la estabilidad, necesitamos un crecimiento de al menos el 6 por ciento este año”, expresó una de las fuentes.

Mayores estímulos

Los líderes chinos procuran favorecer el crecimiento desde la reunión de diciembre, suavizando el impulso para frenar los riesgos financieros y de deuda, pero han descartado un estímulo “de inundación”.

“La presión sobre la economía es bastante grande, y el enfoque general de la política es la estabilidad este año e incluso el próximo”, mencionó una de las fuentes.

Con información de Reuters