El Banco Central Europeo (BCE) anunció el noveno aumento a la tasa de interés durante su reunión de julio, al ubicarla en 3.75% desde 3.50%, en línea con lo esperado por los economistas. 

Para septiembre no se otorgó algún pronóstico determinado, por lo que la puerta quedó abierta para una posible subida o para mantenerla, según ameriten los datos de la inflación, que se dirige de nuevo a la meta de 2%.

Las decisiones futuras garantizarán que las tasas de interés clave del BCE se establezcan en niveles suficientemente restrictivos durante el tiempo que sea necesario

dijo el BCE .

A través de un comunicado, señaló que el Consejo de Gobierno tomará sus decisiones sobre el nivel apropiado y la duración de las medidas restrictivas con base en los datos económicos. 

Las expectativas del mercado señalan un 50% de posibilidades de que en la próxima reunión habrá otro incremento de un cuarto de punto. 

El rendimiento de la nota a dos años, uno de los más sensibles a la política monetaria, cayó 8 puntos base a 3.05%. Al tiempo que el BCE fijó la remuneración de las reservas mínimas en 0%.

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Afectaciones a la economía

Los cambios en política monetaria suelen tardar entre 12 y 18 meses para reflejarse, sin embargo, los movimientos realizados por el BCE ya han afectado tanto a empresas como a los hogares

Alemania, una de las potencias de la zona euro, está luchando contra la caída más pronunciada de la historia en la demanda de crédito corporativo y la recesión. Mientras en todo el territorio el sector de servicios se tambalea ante la debilidad mostrada en la manufactura. 

La presidenta de la institución, Christine Lagarde, dijo a periodistas en Fráncfort que la perspectiva económica de la zona del euro se ha deteriorado para el corto plazo ante una menor demanda interna. 

Con el tiempo, la caída de la inflación, el aumento de los ingresos y la mejora de las condiciones de suministro deberían respaldar la recuperación

añadió la directiva. 

La esperanza es que una expansión económica más lenta amortigüe suficientemente la inflación, el llamado aterrizaje suave. Pero las presiones de los precios continúan. La inflación subyacente, una métrica observada de cerca que excluye la energía y los alimentos, se aceleró el mes pasado para igualar la lectura general del 5.5%.

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Con información de Bloomberg