Primero COVID, ahora sargazo

El equipo de análisis bursátil de Santander es el único que incluye el tema del sargazo en sus estimados sobre el comportamiento de los grupos aeroportuarios de México, de los que por cierto espera una caída anual de 80% en promedio para el tráfico de junio, que sería una mejora respecto a la caída de 93% que se reportó en mayo. Y con información del University of South Florida’s Sargassum Watch System, Santander descarta que en el corto plazo las algas sean un factor que influya en la demanda de las terminales de las playas del Caribe, y que el comportamiento estará más bien determinado por la evolución del coronavirus.

Sin embargo más adelante los destinos podría experimentar una situación complicada por el tema del sargazo porque las expectativas es que el nivel, medido por millones de toneladas métricas de algas, sea tan alto como en 2015 y 2019 cuando se reportaron las más altas concentraciones, y 2020 se convertiría en el tercer año de mayor presencia, lo que sin duda podría influir en las decisiones de los turistas hoy que más que nunca se debe estimular el arribo a los destinos de playa.

Knockout a México

La semana pasada circuló, únicamente entre clientes, un extenso reporte sobre las economías de América Latina donde JP Morgan advirtió que México será uno de los países de la región más afectados por la pandemia y no sólo por las consecuencias en materia de salud y crisis económica con una caída de hasta -10.5% del PIB de este año, sino por la limitada respuesta fiscal del gobierno federal que eleva el riesgo de insolvencia y desempleo. Más relevante aún es que las diferencias con el sector privado cada vez son más profundas, lo que amenaza con deprimir por mucho más tiempo el sentimiento empresarial, lo que se traduciría en menores inversiones.

Pero además JP Morgan consideró que si bien el T-MEC es un punto a favor de México, para que los efectos positivos se materialicen el gobierno actual debe ser congruente con los beneficios del tratado. ¿De qué forma? Enmendar las decisiones y políticas internas erráticas y contradictorias que lo único que provocan es obstaculizar la competencia y desplazar la inversión privada que en esta coyuntura es determinante.

El banco de inversión ya había disminuido su estimado de caída del PIB para este año de -8.6% a -10.5% y ajustó sus pronósticos trimestrales con un derrumbe anual de -60% para el segundo trimestre, contra su estimado anterior de -44%, pero mejoró significativamente la proyección para el tercer y cuarto trimestre de un crecimiento que pasó para el tercer cuarto de 27% a 55% y de 7% a 34.5% para el último trimestre del año, y para 2021 espera una recuperación de apenas 5.5%.

¿Y la CNBV?

Aunque Enrique Riquelme, CEO de Cox Energy, insista en decir que no habían dado una fecha para la oferta pública de sus acciones, el asesor y agente colocador que es la casa de bolsa Vector, anunció incluso en el road show que el registro de los títulos en Biva sería el 30 de junio. Pero finalmente el ansiado debut será mañana martes por mil 150 millones de pesos con un rango estimado de precio de salida de entre 29.70 y 44.60 pesos, y a partir del miércoles 8 de julio cotizará con la clave COXA.

¿Pero porqué el cambio de fecha? Bueno pues resulta que fue cortesía de la CNBV que nomás no puede cumplir con la celeridad en trámites que requieren este tipo de operaciones que puede que no sea la más grande en el mercado bursátil mexicano, pero que romperá con la sequía y es probable que anime a más empresas a ser públicas.