Las empresas emergentes dedicadas a la inteligencia artificial (IA), especialmente a la generativa, se han convertido en las principales receptoras de capital por parte de las grandes tecnológicas. El caso más conocido es el que involucra a Microsoft y OpenAI.

En 2019 los negocios entre estas compañías involucraron apenas 1,000 millones de dólares, algo común en una ronda promedio, sin embargo, ya ha llegado a una inversión de 13,000 millones de dólares, situación que indica el gran potencial que la gigante tecnológica ve en la IA, sin embargo, los resultados aún no acompañan del todo creando incertidumbre. 

OpenAI saltó a la escena en noviembre del año pasado luego de haber presentado a ChatGPT, un chatbot que se volvió viral al mostrar la capacidad de otorgar respuestas similares a la humana.

 

Pese a las fallas que ha presentado esta herramienta, la valoración de OpenAI en el mercado ha alcanzado los 29,000 millones de dólares gracias al potencial que se le ve a la empresa. 

Se espera que diversas compañías comiencen a hacer uso de la tecnología de la firma, entre ellas está Microsoft que ya implementó al chatbot en su buscador Bing, como apoyo para su equipo de ventas y marketing, el paquete de productividad de Microsoft 365 y la nube de Azure. 

De acuerdo con el analista Michael Turrin, de Wells Fargo, el nuevo negocio podría sumar en conjunto 30,000 millones de dólares en nuevos ingresos anuales para Microsoft

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La alianza Microsoft-OpenAI

OpenAI nació en 2015 como una organización sin fines de lucro y su configuración actual impide que los inversionistas ganen más de 100 veces su dinero, con rendimientos más bajos para quienes llegaron posteriormente, tal es el caso de Microsoft. 

Una vez que se reembolse la inversión realizada por la firma fundada por Bill Gates y Paul Allen, recibirá un porcentaje de las ganancias de OpenAI y el resto irá hacia el organismo sin fines de lucro. 

Pero no todo parece bueno para OpenAI y el sector donde se desarrolla, ya que diversos especialistas han levantado la voz para pedir que se le ponga pausa al desarrollo de esta tecnología.

Entre los nombres más destacados se encuentra el de Elon Musk, uno de los fundadores y primeros patrocinadores de la startup. El magnate ha tuiteado constantemente sobre sus preocupaciones sobre la estructura poco convencional de OpenAI y sus implicaciones para la IA.   

Aparte de su inversión, apoyarse en OpenAI tiene el potencial de ayudar a Microsoft a revertir drásticamente su suerte en IA, donde tropezó públicamente y no construyó un negocio significativo por sí solo.

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Con información de CNBC