Un cohete de SpaceX, con una cápsula no tripulada, despegó hacia la Estación Espacial Internacional en un hito clave para la compañía de Elon Musk y el objetivo largamente retrasado por la NASA de reanudar los vuelos espaciales humanos más adelante este año.

La cápsula Crew Dragon de 4.9 metros se montó sobre un cohete Falcon 9 en el Centro Espacial Kennedy, ubicado en Merritt Island, EU, con un muñeco de prueba llamado Ripley.

 


La cápsula se separó con éxito del cohete 11 minutos después del despegue, cuestión que fue celebrada por la sala de control responsable del lanzamiento.

“Casi pensé que fallaríamos. Pensé que tal vez tendríamos 10% de posibilidades de alcanzar la órbita”, expresó Musk, quien fundó la compañía espacial en 2002.

“Estoy un poco agotado emocionalmente porque fue muy estresante, pero funcionó”, aseguró a los reporteros después del lanzamiento el pasado sábado.

La NASA ha otorgado a SpaceX y Boeing 6,800 millones de dólares para construir sistemas competitivos de cohetes y cápsulas para lanzar astronautas a órbita desde suelo estadounidense por primera vez desde que el Transbordador espacial de Estados Unidos se retiró del servicio en 2011.

Los proyectos de lanzamiento están destinados a terminar con la dependencia estadounidense hacia los cohetes rusos cada vez que se quiere viajar al laboratorio de investigación orbital que orbita a 400 kilómetros de la Tierra.

Los sistemas de lanzamiento están destinados a terminar con la dependencia estadounidense de los cohetes rusos para viajes al laboratorio de investigación orbital de 100,000 millones de dólares, que vuela a unos 400 kilómetros sobre la tierra.

SpaceX explicó que el traje espacial para Ripley, aparentemente una referencia al protagonista en la película de ciencia ficción Alien, ha sido equipado con sensores alrededor de su cabeza, cuello y columna vertebral para monitorear cómo se sentiría un vuelo para un humano.

Con información de Reuters