Si bien los festivales de música retomaron su ritmo este año después de que el confinamiento por COVID-19 pausó esta actividad de esparcimiento, la alta demanda por parte de los asistentes origina que los boletos se vendan rápido, lo que a su vez, motiva a los consumidores a recurrir a la reventa en redes sociales.

En plataformas como Meta (Facebook) y X (antes Twitter) se ha observado un mercado secundario de reventa de boletos de distintos festivales que se llevan a cabo en la Ciudad de México. En la mayoría de los casos se ofrecen a precios más bajos; sin embargo, muchos de ellos son falsificados.

Guillermo Parra, director de Eventos Internacionales en Ocesa y cofundador del Corona Capital expuso que las redes sociales apoyan mucho la reventa, porque cuando la demanda del mercado propicia el incremento en el precio de los boletos, cualquier persona que adquirió entradas las puede subir a sus redes y las vende. 

En las redes sociales hay un mercado secundario, y un porcentaje alto de los boletos que se ofrecen han de ser ilegales o falsificados, pero la reventa es un problema más grande: desde las autoridades, las personas que revenden y las propias redes

dijo Guillermo Parra en entrevista con EL CEO.

En la misma línea, Radamés Camargo, gerente de análisis de The CIU, comentó que la reventa se ha beneficiado desde estas plataformas, donde los usuarios montan su propio sitio de internet para dedicarse a esta actividad y así generar una ganancia significativa.

Regulación de reventa y precios elevados de boletos

El directivo de Eventos Internacionales en Ocesa mencionó que el tema de la reventa de boletos tiene que estudiarse desde la parte de la regulación legal; mientras el analista de The CIU coincidió en que esta práctica es un fenómeno al que se le debe poner freno y quitar los candados para que se dé un mayor orden.

Hay mucha gente que se dedica a vender boletos ‘fidedignos’ y los usuarios caen en ese fraude. Las autoridades tienen que poner límites a ese tipo de situaciones, porque ni está presente afuera de los conciertos, ni sanciona, ni detiene ese tipo de prácticas

dijo Radamés Camargo en entrevista.

Para el analista, es necesario incidir en este fenómeno al ser una cadena desleal de venta, puesto que los usuarios no pueden adquirir más de cuatro boletos; sin embargo, estos agentes controlan la venta.

 

Por el lado de la sobreventa, Camargo explicó que hay un fenómeno de concentración muy elevado sobre la demanda de boletos; además de que Ticketmaster está elevando sus precios a niveles excesivos, por lo que también se debe buscar la regulación del incremento de precios.

Parra refirió que la inflación de los artistas es un factor importante que incide en el aumento de precios y explicó que antes el ingreso total de la banda musical se dividía en lo que ganaba por su venta de discos y en lo que provenía de los tours que realizaba. Ahora, prácticamente el 100% proviene de conciertos en vivo.

Los festivales de música más costosos en 2023

Dentro de los festivales de música que se realizaron este año en el Autódromo Hermanos Rodríguez, ubicado al oriente de la Ciudad de México, el Corona Capital fue el que mostró el mayor incremento en el precio de sus boletos, por encima de eventos como Vive Latino y Coca-Cola Flow Fest.

En su primera fase, el abono general de tres días para asistir al Corona Capital se ofreció en 4,290 pesos sin cargos; para la fase 5, que fue la última, el abono tenía un costo de 10,980 pesos.

Guillermo Parra comentó que el incremento en los precios también se debe a que cualquier artista opta por las presentaciones más caras, las fechas mejor pagadas y que se posicionan mejor en su calendario, lo que origina que el talento del festival Corona Capital compita contra otros países.

En las últimas ediciones del festival, los asistentes pueden distinguir que se está realizando un gasto mayor, ya que lo ven cada vez más grande, con mejores servicios, más pantallas, mejores escenarios, más puestos de comida y más baños; en eso también se invierte el dinero

dijo Parra.

Agregó que otro factor que también influye en los costos de los festivales es que cada año se toman más en serio los programas de sustentabilidad para ofrecer eventos musicales más verdes, en línea con su compromiso por impulsar la innovación ambiental y el impacto social.

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