Los autos chinos se han presentado como una buena alternativa para los compradores mexicanos ante los altos precios de otras marcas, las elevadas tasas de interés y lo complicado de acceder a un crédito en el país 

Según datos de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM), durante 2022 México fue el principal importador de modelos chinos, mientras que en lo que va de este año se encuentra sólo por detrás de Rusia.

Asimismo, hasta octubre, los autos chinos representaron casi 20% de todas las unidades transaccionadas en México y se están vendiendo más rápido que lo fabricados en otros países, incluido los del territorio nacional. 

En los primeros 10 meses del año, las ventas de autos chinos en México aumentaron 51%, con un total de 212,169 de vehículos, de acuerdo con datos compartidos por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA). El resto de países venden menos de la mitad a los consumidores en México. 

Si bien la mayoría de los autos funcionan con gasolina, han permitido a China incrementar su presencia en el mercado de América del Norte en la constante lucha con Estados Unidos por el liderato de ventas de autos. 

Autos chinos, mayor presencia y menor precio

Aproximadamente en 2016 los autos importados de China comenzaron a tener mayor presencia en el mercado mexicano y ahora cuentan con media docena de marcas compitiendo con firmas de mayor tradición en el país como Ford, Volkswagen o Nissan. 

JAC Motors y MG Motor son algunas de las compañías chinas que más compradores mexicanos han atraído; sin embargo, no son las únicas. Chirey, Omoda, SAIC y BYD, que comercializa sus unidades en algunas tiendas departamentales de Liverpool, también han ido ganando espacio en el mercado.  

Según el director de Desarrollo de Negocios en Monterrey de Banco Base, David Barrera, los vehículos que tiendan a ser más baratos son “muy importante para los mexicanos”. 

Por su parte, el vicepresidente y asesor estratégico de Grupo Prodensa, Carlos Alvarado, dijo que China se ha centrado en mejorar la calidad de fabricación y se considera que sus modelos cuentan con más tecnología por un mejor precio.

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y el nearshoring servirán a las firmas estadounidenses para ampliar su producción en México y de esta manera buscar competir con la llegada masiva de compañías chinas. 

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Con información de Bloomberg