Estados Unidos es uno de los principales socios comerciales de México. Ambos países intercambian una variedad de productos y servicios de todos tipos, incluyendo aquellos de la industria automotriz. Sin embargo, es posible que el proceso electoral que se vive en Norteamérica provoque algunas afectaciones indirectas en el sector de vehículos y autopartes. 

En los últimos meses, se han barajado una serie de propuestas y posibles restricciones que podrían influir en la industria automotriz. Entre ellas, están las regulaciones fiscales a las importaciones de acero y aluminio mexicano hacia los Estados Unidos, que podría derivar en una imposición de aranceles similar a la establecida en 2018. 

En febrero pasado, Katherine Tai, Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), anunció la posibilidad de la reimposición de aranceles a los metales mexicanos debido a un aumento del 73% en el ingreso de estos recursos.

La última vez que se estableció este gravamen, durante el gobierno de Donald Trump, las armadoras protestaron por la elevación de costos y hubo una bajada generalizada en las acciones de empresas automotrices. Este hecho podría replicarse en caso de una nueva imposición.

Las imposiciones al acero tienen tintes electorales, pero también trasfondo

En semanas anteriores, un grupo de senadores republicanos presionó a la Secretaría de Comercio y al USTR para retomar estas cargas fiscales. Entre ellos, se encuentra Marco Rubio, senador que vislumbra entre las opciones de Trump para ocupar la vicepresidencia, en caso de ganar la elección. 

Jorge Molina Larrondo, especialista en comercio internacional por el Tecnológico de de Monterrey, explicó que las elecciones de Estados Unidos no son la causa principal de esta presión al acero y aluminio. Sin embargo, sí propician este tipo de actitudes con fines políticos.

Sí, hay más presión por las elecciones. Pero es un tema que la industria y los legisladores ya vienen pidiendo desde hace meses

dijo el experto. 

Los gremios metalúrgicos de México, Estados Unidos y Canadá emitieron un posicionamiento en el que ‘moderaron’ el tono de la imposición de aranceles. A pesar de ello, exigieron que México estableciera el mecanismo de monitoreo de exportaciones que se contempla en los acuerdos para estos recursos.

Industria automotriz china en México recibe el segundo golpe

Otro de los temas que se han puesto sobre la mesa en las últimas semanas ha sido la presencia de la industria china en el sector automotriz mexicano.

Incluso, grupos políticos de Estados Unidos se pronunciaron a favor de una regulación a las importaciones provenientes de México, pero manufacturadas por compañías de origen asiático. En ese sentido, se ha pedido la instalación de aranceles a los productos de este origen.

Entre las empresas ‘en la mira’, están algunas de las armadoras de autos originarias de China que ya están establecidas en el país. La única que produce autos actualmente es JAC, quien mantiene una planta en Hidalgo. Aunque otras como BYD o GWM ya desean instalarse. Según lo dicho por los legisladores, velarían por imponer restricciones a este tipo de automóviles.

En una conferencia de prensa, líderes de Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) y de la Industria Nacional de Autopartes (INA) acusaron que se trataba de una medida electoral y sin fundamentos.

Para Emmanuel Loo, subsecretario de inversión extranjera de la Secretaría de Economía de Nuevo León, estas afirmaciones en contra de los productos chinos sí son de carácter electoral. 

La mayoría de las declaraciones de esa índole son tema político. Mucho es tema electoral, aunque tiene su lado positivo para la industria mexicana, como la inspección de temas laborales

explicó el funcionario.

Los chinos están ‘preparados’ para medidas de protección 

Loo también mencionó que muchas de las compañías chinas que arriban al país, específicamente a Nuevo León, saben que enfrentarán restricciones comerciales y no planean exportar a territorio estadounidense.

Todas las empresas chinas con las que estamos hablando están conscientes de que Estados Unidos no va a dejar entrar producto terminado chino. Están evaluando y analizando cómo generar rentabilidad sin ese aspecto

indicó. 

Una de las marcas de autos chinos que buscan llegar al país es GWM. Pedro Albarrán, vicepresidente y CEO de la armadora, explicó que han descartado completamente exportar al mercado de Estados Unidos. Por el contrario, buscarían cabida en países de Sudamérica y Europa, en el marco de las imposiciones.

Aranceles en la industria automotriz son ilegales, pero hay alternativas

La medida de Estados Unidos de imponer aranceles a vehículos provenientes de armadoras chinas es considerada por la Organización Mundial de Comercio (OMC) como una medida discriminatoria, indicó Jorge Molina Larrondo. En la actualidad, el país no realiza abiertamente esta acción, pero sí impulsa la venta de automotores fabricados en otros países, con desventaja para la manufactura china.

Legalmente no es posible (imponerlos), porque sería un trato discriminatorio de acuerdo con los principios de la OMC

dijo el experto. 

Además, el experto agregó que es posible impulsar otro tipo de mecanismos que reduzcan la entrada de los productos chino-mexicanos, como la imposición de una cuota de entrada en la revisión del Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

La semana pasada, China acudió al mecanismo de solución de conflictos de la OMC para denunciar el trato discriminatorio a la industria automotriz eléctrica manufacturada en su territorio. Esto debido a que la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) impulsa la venta de autos producidos en otros países con la excusa de que los minerales asiáticos no cumplen con características de sustentabilidad.

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