La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) dio un plazo de 90 días a The Boeing Company, una empresa multinacional estadounidense​ que diseña, fabrica y vende aviones y helicópteros, para que elabore un plan de control de calidad luego de que un tapón de la puerta de un 737 Max se saliera 9 minutos después del despegue de un vuelo de Alaska Airlines.

De acuerdo con una investigación preliminar del vuelo 1282 elaborada a principios de este mes, los pernos necesarios para asegurar el panel de la puerta del avión casi nuevo parecían faltar.

Boeing debe comprometerse con mejoras reales y profundas. Hacer un cambio fundamental requerirá un esfuerzo sostenido por parte de los líderes de Boeing, y vamos a hacerlos responsables en cada paso del camino, con hitos y expectativas mutuamente entendidos

mencionó el administrador de la FAA, Mike Whitaker, en un comunicado.

Las declaraciones de Whitaker se dan un día después de que se reuniera con el presidente ejecutivo de la empresa, Dave Calhoun, y los gerentes de seguridad de la compañía.

The Boeing Company se ha mostrado accesible con la petición y mencionó en un comunicado que va a preparar un “plan de acción integral con criterios medibles”, agregando que su equipo de liderazgo se encuentra “totalmente comprometido a enfrentar este desafío”.

Por lo mientras, la FAA está en medio de una auditoría de las líneas de producción del 737 de Boeing y señaló el mes pasado que detendrá el incremento planeado por Boeing de los aviones 737 Max hasta que el regulador se muestre satisfecho con los sistemas de control de calidad de la compañía.

Hay problemas internos en The Boeing Company

De acuerdo con el informe de un panel de expertos sobre Boeing, se encontró una “falta de conexión” entre la alta gerencia del fabricante y los empleados sobre la cultura de seguridad.

El informe fue solicitado por el Congreso después de dos accidentes en 2018 y 2019 de aviones Boeing 737 Max, que causaron el deceso de todos los que se encontraban a bordo de los vuelos.

La comunicación es clave y en fechas recientes, Boeing empezó a realizar pausas periódicas de trabajo en su fábrica para discutir la seguridad y otros problemas de producción con los empleados.

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