Los tres grupos aeroportuarios que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores cayeron del cielo al suelo tras el anuncio de la cancelación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.

En la sesión bursátil del lunes, los títulos del Grupo Aeroportuario del Centro-Norte (OMA) tuvieron una caída de 7%; los del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) cerraron con una baja de 4.71% y los del Grupo Aeroportuario del Sureste (ASUR) se deslizaron 2.01%.

Este castigo fue mayor al que recibieron las empresas de Carlos Slim, que serían unas de las más beneficiadas por el número de contratos que habían ganado con la construcción del aeropuerto.

La cancelación del proyecto de Texcoco significó para los grupos aeroportuarios perder el proyecto que les daría la posibilidad de crecer en el largo plazo, ya que tener un nuevo aeropuerto atraería más tráfico al país, lo cual podría generar una cadena de conexiones, frecuencias y rutas, explicaron analistas.

De acuerdo con el banco de inversión UBS, la Ciudad de México representa el 34% del tráfico de todo México y su expansión de pasajeros ha contribuido con el 31% del crecimiento de pasajeros en todo el país en los últimos 25 años.

“Después de la decisión de la consulta, digamos que el modelo de negocio de los grupos aeroportuarios queda en duda”, dijo Rafael Camacho, analista del sector aeroportuario de Ve por Más.

Si se cancela, esperamos que OMA sea la principal empresa afectada a partir de 2022, con aproximadamente el 20% de los ingresos totales provenientes de las tarifas aeronáuticas de las rutas hacia / desde la Ciudad de México, en comparación con el 10% para GAP y el 11% para ASUR

anticiparon analistas de UBS en un reporte publicado en julio pasado.

Para OMA, 41% de sus pasajeros tienen como destino de salida o llegada a la Ciudad de México, contra un 30% de ASUR y 22% para GAP.

Si el tráfico a la zona centro se estanca debido a que el Aeropuerto internacional actual ya está saturado, entonces los grupos aeroportuarios tienen pocas posibilidades de captar nuevas oportunidades para crecer. Las que se ven más afectadas son aquellas que tienen una mayor dependencia al tráfico doméstico.

“A medida que se cancela (el NAIM), cambian los fundamentales de largo plazo de las empresas y por eso (sucedió) la corrección”, explicó Alejandra Marcos, directora de Análisis de Intercam.

La ampliación de la basa militar de Santa Lucía, que sustituirá al aeropuerto de Texcoco, puede representar también una oportunidad, pero todavía no hay un proyecto sólido que detalle costos, alcances o beneficios potenciales del proyecto, agregó la especialista.

Sin embargo, no todo está perdido. Directivos de OMA dijeron en una llamada con analistas el pasado 25 de octubre que, independientemente de lo que pasara con la construcción de nuevo aeropuerto, podrían captar oportunidades.

Independientemente de lo que pase con la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, el actual ya está saturado, eso provee oportunidades de crecimiento en los próximos años para nuestros aeropuertos, particularmente los más grandes como Monterrey, Chihuahua, Culiacán y Ciudad Juárez, donde tenemos buena conectividad

dijo Ruffo Pérez Pliego, director de finanzas de OMA.

“Estamos hablamos con todas las aerolíneas para posicionar a nuestros aeropuertos como una alterativa de ruta”, dijo el directivo.

Otros aeropuertos relevantes que captar oportunidades son Guadalajara y Tijuana, operados por Grupo Aeroportuario del Pacífico.

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