La mayoría de los países de Latinoamérica vivirán una desaceleración económica durante 2022, pero el caso de Guayana será una peculiar excepción, pues se estima que presente una expansión de 46%, de acuerdo con estimaciones realizadas por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
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La clave del crecimiento económico del país sudamericano es la actividad petrolera, en el que podría haber más de 10,000 millones de barriles bajo las aguas de Guyana. Y ha sido desde el 2020 en el que esta actividad apuntala al país como un nuevo jugador relevante en este sector.
Bajo las expectativas de la Cepal, Guyana se perfila a tener tres años consecutivos con un crecimiento a doble dígito, algo que desearía cualquier otro país en medio del proceso de recuperación tras el impacto por la pandemia del COVID-19.
Es tanto el peso petrolero en la economía de ese país que a mediados del año pasado, el gobierno estimó que el PIB repuntaría 19.5% en 2021, y el PIB no petrolero, 3.7% anual.
En 2025, el PIB aumentará entre un 300% y 1,000%. Esto es gigantesco. Serán el país más rico del hemisferio y, potencialmente, el país más rico del mundo
dijo a finales de 2018 el embajador de Estados Unidos en Guyana, Perry Holloway, citado por la BBC.
Pero más allá de los niveles de actividad reciente, la tarea hacia adelante es que el gobierno siente las bases para lograr un crecimiento sostenido para los próximos años, dijo en entrevista la internacionalista del Tecnológico de Monterrey, Arlene Ramírez-Uresti.
Si bien es cierto que mucha de esta inversión es extranjera, llega a traducirse como en muchos países, en el potencial de desarrollo de una clase trabajadora (…) que justamente eso es lo que detona en el mediano y en el largo plazo un crecimiento más sostenido
dijo Ramírez-Uresti.
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Reducir la pobreza, la otra misión
Ante el auge económico que vive Guyana —el único de Sudamérica de habla inglesa— la tarea del gobierno será reducir los niveles de pobreza hacia los próximos años, en los que se prevé la actividad petrolera seguirá siendo el sostén de la actividad.
Al respecto, Ramírez-Uresti- subrayó que es uno de los países más desiguales no solo de la región, sino a nivel mundial: “es un país con una gran desigualdad, de los más desiguales del mundo, con niveles de pobreza que están muy por abajo de la línea de bienestar”, apuntó Ramírez-Uresti.
Guyana, que tiene una población de 750,000 habitantes aproximadamente, es uno de los países más pobres de Sudamérica, con el 43.4% de la población viviendo con menos de 5.50 dólares por persona al día.
Además, tiene una de las tasas de emigración más altas del mundo: aproximadamente la mitad de sus ciudadanos con educación superior se van de Guyana y más del 39% de los que nacen en ese país residen en el extranjero, lo que lo convierte en uno de los mayores receptores de remesas en relación con el PIB en América Latina y el Caribe, de acuerdo con el Banco Mundial.
Exxon, detrás del auge petrolero
Desde 2016 a la fecha, Exxon se ha convertido en el principal operador petrolero en Guyana, situación ha dejado descontento social y roces políticos.
En este sentido, tanto el Fondo Monetario Internacional como el Banco Interamericano de Desarrollo consideran que Exxon obtiene más beneficios que el gobierno.
“Se pueden jugar todo tipo de juegos y travesuras”, dijo en su momento Vincent Adams, exjefe de la Agencia de Protección Ambiental de Guyana, de acuerdo con un reporte Houston Public Media.
Adams considera que Guyana simplemente carece de la experiencia en petróleo para defender adecuadamente sus intereses contra los gigantes petroleros experimentados como Exxon.
Por su parte, Exxon asegura que los acuerdos con el gobierno son competitivos y beneficia a ambas partes, no obstante será el tiempo que arroje los datos sobre la evolución de la economía de Guyana.