El PIB de Estados Unidos creció 2% a tasa real ajustada analizada durante el tercer trimestre del año, marcando una fuerte desaceleración en la economía estadounidense, tras el aumento en los contagios por la variante delta de COVID-19 y los problemas de la cadena de suministro, según los datos preliminares publicados este jueves por el Bureau of Economic Analysis (BEA).

Los economistas encuestados por Dow Jones esperaban un aumento del PIB del 2.8%; desde la tasa anual de 6.7% del trimestre anterior.

En comparación con el segundo trimestre, el PIB subió 0.5%, según el informe.

La desaceleración del tercer trimestre, marca la expansión más lenta de la economía estadounidense desde la caída del 31.2% en el segundo trimestre del 2020, cuando el COVID-19 se hizo presente, según CNBC. 

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De acuerdo con la BEA, el aumento en el PIB dde Estados Unidos del tercer trimestre reflejó el impacto económico continuo de la pandemia por COVID-19, ya que el resurgimiento de contagios resultó en nuevas restricciones y retrasos en la reapertura de establecimientos en algunas partes del país; además de que disminuyeron los pagos de asistencia del gobierno en forma de préstamos condonables a empresas, subvenciones a los gobiernos estatales, locales y beneficios sociales a los hogares.

El gasto de los consumidores aumentó 1.6% a tasa anual en el tercer trimestre, lo cual marcó una fuerte desaceleración desde el aumento del 12% en el trimestre anterior, según la estimación del Departamento de Comercio. 

El gasto en bienes cayó 9.2%, impulsado por una caída del 26.2% en los gastos en bienes de mayor duración como electrodomésticos; mientras que el gasto en servicios aumentó un 7.9%, un retroceso del ritmo del 11.5% en el segundo trimestre.

El gasto del gobierno federal cayó 4.7%, lo que, según el Departamento de Comercio, se debió a la interrupción de los servicios y el procesamiento del Programa de Protección de Cheques de Pago, una iniciativa de la era de la pandemia destinada a proporcionar financiación puente a las empresas afectadas por el cierre.

Las interrupciones de la cadena de suministro, las copias de seguridad en los puertos de Estados Unidos y las intervenciones de la fabricación en el extranjero, contribuyeron a un fuerte aumento de la inflación, además de que representan un riesgo para las perspectivas económicas, de acuerdo con The Wall Street Journal. 

La inflación, medida por el índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), retrocedió en el periodo julio-septiembre al registrar un aumento de 5.3% con respecto al mismo período de 2020, contra 6.5% del segundo trimestre.

Sin embargo, a pesar de los desafíos por el lado de la oferta, muchos analistas esperan que la economía recupere impulso en los últimos meses del año, mientras los casos de COVID-19 reflejen una disminución. 

*Con información de AFP