A su llegada a la Presidencia de México en 2018, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) afirmó que iba a poner a raya a los empresarios del país, que habían hecho sus fortunas beneficiándose del sistema neoliberal implementado por sus antecesores. Sin embargo, más de cinco años después, los multimillonarios de México son más ricos que nunca.

De hecho, les ha ido tan bien durante el mandato de López Obrador, que la riqueza de los cinco multimillonarios más ricos del país se ha duplicado en comparación con el resto de los empresarios latinoamericanos en el ranking de Bloomberg.

Los nombres que más destacan por los incrementos en sus patrimonios son Carlos Slim, dueño de Grupo Carso y América Móvil, y Germán Larrea, propietario de Grupo México. En total, los recursos netos de los magnates han crecido en 79,000 millones de dólares.

El incremento en sus fortunas responde a varias razones. Durante los últimos seis años, el peso experimentó un espectacular repunte, con una apreciación del 25% frente al dólar, superior a la de cualquier otra divisa importante del mundo. Además, AMLO ayudó a potenciar esas ganancias al mantener la austeridad fiscal, incluso cuando la pandemia acabó con millones de puestos de trabajo.

Otro factor crucial fue que a pesar de los discursos del Ejecutivo federal en contra de las 10 familias más ricas de México, no hizo nada para reducir la cuota de mercado dominante que muchas de estas tienen en sus sectores, y se han tomado escasas medidas tributarias contra algunos de los multimillonarios, incluso contra Ricardo Salinas Pliego, con quien mantiene una disputa mediática.

La retórica contradictoria de AMLO contra los multimillonarios

De acuerdo con analistas, no se espera que cambien mucho las cosas si Claudia Sheinbaum, candidata del partido de AMLO (Morena), gana las elecciones del próximo 2 de junio, ya que la ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México se ha mostrado más cercana a la clase empresarial.

La separación de los poderes económico y político, que siguen prometiendo, no existe. López Obrador no ha hecho absolutamente nada en ese sentido. Pero la gente cree que el presidente realmente está quitándole dinero a los ricos para dárselo a los pobres, y eso lo hace popular

comentó Carlos Ugalde, director de la consultora política Integralia Consultores.

Aunque la retórica contraria a los empresarios ha sido un baluarte en la carrera política de AMLO, en febrero pasado destacó el crecimiento en las ganancias de las empresas como prueba de que su modelo económico funciona.

Contrariamente, en sus primeros días a cargo del Ejecutivo federal realizó algunas acciones que podían ser congruentes con sus dichos: canceló el proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, equivalente a 13,000 millones de dólares, lo que representó un duro golpe a empresas constructoras e inmobiliarias en las que Slim tenía una participación significativa.

Además, inició una campaña contra la evasión fiscal y uno de los primeros objetivos fue José Antonio Fernández, presidente del consejo de administración de Fomento Económico Mexicano (Femsa), embotelladoras de Coca-Cola, y dueña de Oxxo. Los mexicanos ricos empezaron a huir a Miami y España.

Es discutible cuán sincero estaba siendo. Aunque su retórica es la de un izquierdista ardiente, su política, en términos prácticos reales, es moderada y pragmática

dijo Andrew Paxman, historiador del Centro de Investigación y Docencia Económicas en Aguascalientes.

Conforme avanzó su mandato, AMLO mostró su disponibilidad a mantener una relación amistosa con los mismos líderes empresariales e incluso rechazó propuestas de su propio partido que podrían afectar a los más ricos, como por ejemplo un impuesto a las sucesiones. Además puso trabas a los reguladores independientes que podrían controlar a las grandes empresas y las confiscaciones y nacionalizaciones a gran escala que tantos temían, nunca se materializaron.

Asimismo, Slim y otros empresarios se convirtieron en invitados frecuentes del Palacio Nacional y han seguido obteniendo contratos gubernamentales.

Paxman agrega que algunas de las acciones de más alto perfil que el gobierno federal ha tomado contra los ricos, como cerrar un campo de golf operado por Salinas Pliego y confiscar parte de una línea ferroviaria controlada por Larrea, no han sido más que simbólicas.

Para reducir la brecha de riqueza, Paxman dice que el presidente necesitaba aplicar políticas más agresivas, como una revisión del sistema tributario para hacerlo más progresivo.

AMLO ha sido demasiado blando con la clase multimillonaria

concluyó.

Con información de Bloomberg

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