La economía mexicana rebasaría las expectativas de crecimiento que fijó el gobierno federal para todo el 2023, sin embargo, la pérdida de dinamismo de los últimos meses del año pasado provocaría que se ubicara por debajo de las expectativas del mercado.

El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló que durante el año pasado se alcanzó un aumento de 3.3%.

Dicho aumento superaría la previsión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), de 3% para el Producto Interno Bruto (PIB); no obstante, el resultado de 3.3% del IOAE significaría el menor nivel en los últimos tres años.

En tanto, los más optimistas prevén un alza de 3.7% de la economía mexicana, soportada por el dinamismo de la segunda mitad del año por los proyectos federales, el nearshoring, el bajo desempleo, el aumento salarial, los ingresos por remesas y un incremento del comercio exterior.

Pero en los últimos meses del 2023 se presentaron acontecimientos que “enfriaron” la actividad económica del país, como el huracán Otis, la huelga automotriz en Estados Unidos, la continuación de los conflictos geopolíticos que interrumpen las cadenas globales de suministro y el repunte de la inflación.

Lo anterior se observa en el IOAE de diciembre pasado, que apenas tuvo un ascenso de 0.06% mensual, tras dos caídas previas; de hecho, el promedio mensual del último trimestre del 2023 da una disminución de 0.013%, manifestando que la derrama por el periodo de fiestas decembrinas y promociones fue insuficiente.

Los factores positivos

Para los analistas de Banorte, hay varios factores que impartirán todavía mayor estímulo a la economía mexicana en el 2024, como:

  1. La continuación de los proyectos prioritarios, con miras a terminar la mayor parte antes de las elecciones del 2 de junio
  2. La expansión de los programas sociales y el momento en el que se entregarán los recursos –recordando que una serie de pagos, incluyendo la pensión de adultos mayores, se adelantará a marzo para cumplir con las reglas electorales
  3. La prevalencia de una tendencia favorable de la inversión privada, sobre todo ligada al nearshoring
  4. La posibilidad de que se materialice un ‘aterrizaje suave’, sumándose a las expectativas de recortes a las tasas de interés y ganancia de participación en el mercado de importaciones de Estados Unidos
  5. Avance de los salarios por encima de la inflación, apoyando el crecimiento del ingreso real

Pronosticamos incrementos de 1% y 0.3% trimestral en el primer y segundo trimestre del 2024, respectivamente. Sin embargo, anticipamos una contracción en la segunda mitad del año, con una mayor desaceleración global y menor gasto gubernamental pesando en el desempeño, además de una base de comparación más retadora

mencionaron analistas del grupo financiero.

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