Los empresarios y líderes del sector turístico en México preparan una serie de campañas de contraataque para la recuperación del sector en el país. La estrategia será lanzar campañas de promoción en línea para contrarrestar los efectos.

La emergencia sanitaria por el COVID-19 en el sector turístico destruirá alrededor de 300,000 empleos y generará pérdidas por alrededor de 2,400 millones de dólares, de acuerdo con un estudio del Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac.

La Asociación de Secretarios de Turismo de México (ASETUR) se reunió esta semana con el Secretario de Turismo, Miguel Torruco, para definir los lineamientos para contener el impacto del virus del COVID-19 en los destinos turísticos del país.

“Esta estrategia se revisó con los principales líderes del sector turístico en México. Se diseñaron tres campañas: nacional, internacional y online de acompañamiento, en las que se contemplan tres fases: inmediata, intermedia y de recuperación”, dijo Torruco.

La campaña internacional estará dirigida a los 16 mercados turísticos considerados estratégicos para el país, que son Estados Unidos, China, Canadá, Francia, Japón, Corea del Sur, Australia, Italia, Alemania, Reino Unido, España, Colombia, Brasil, Argentina, Perú y Chile.

La nacional incluirá todos los segmentos turísticos y cada estado podrá desarrollar su propia estrategia de comunicación.

En la primera reunión que tuvo la ASETUR con la Secretaria de Turismo, los secretarios estatales solicitaron disponer de los recursos captados por Derecho de No Residente para apoyo y rescate al sector en lugar de entregaros al desarrollo del Tren Maya, sin embargo esta solicitud no ha sido aceptada.

Otra de las opciones para el rescate al sector fue planteado por el Consejo Nacional Empresarial Turístico, en una carta dirigida al Jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, en la que solicitaron poder reducir las aportaciones patronales para la seguridad social de los trabajadores.

“Nos permitimos proponer tres medidas específicas que consideramos prioritarias, con el fin de dar oportunidad al sector de mitigar parte del impacto económico y ayudar a sostener su base laboral:

  • Exención temporal por un periodo de 3 meses, por lo menos, de las cuotas patronales del IMSS, así como la posterior deducibilidad al 100% de las mismas, como un esquema de recuperación.
  • Exención temporal por un periodo de 3 meses, por lo menos, de las cuotas del Infonavit y Afores.
  • Activación inmediata de un seguro para el fomento al empleo, que permita a las industrias afrontar parte del pago de nómina.

De acuerdo con una estimación del Censo Económico del Inegi al 2014, el 93% de las empresas turísticas, alrededor de 450,000 unidades, son microempresas con menos de 10 empleados que ante la cancelación de ingresos, difícilmente tendrán el margen para enfrentar sus compromisos fiscales, crediticios y laborales.

En el caso de las grandes empresas, de acuerdo con el Centro de Investigación y Competitividad Turística Anáhuac, las dificultades también serán considerables, ya que presentarán una caída drástica en ingresos, falta de inventarios y compromisos financieros con acreedores, suspensión de pagos, despidos y hasta quiebras.

El estudio considera que con las disposiciones oficiales, el consumo interno y el mercado receptivo pueden decrecer 50 y 80% respectivamente, aunque en una estimación más severa, la reducción puede ser de 75% del consumo y 90% en el mercado receptivo, es decir, significará una pérdida de 239,240 millones de pesos para el sector.