La semana pasada Facebook, Twitter y YouTube prohibieron a Donald Trump el uso de sus redes sociales, debido al riesgo de que continuara incitando a la violencia. Se trata del paso más reciente de las redes sociales en su combate contra el creciente movimiento de la extrema derecha en Estados Unidos, el cual usa estas plataformas para coordinarse y poner a la democracia de aquel país en un riesgo cada vez mayor.

Uno de los primeros movimientos contra la extrema derecha liderada por Donald Trump ocurrió en Reddit, una red social que tiene 430 millones de usuarios mensuales activos, muy por debajo de los 3,000 millones de usuarios combinados de Facebook y Twitter, pero que se alza como el séptimo sitio más visitado en Estados Unidos.

En junio del año pasado, tras presiones de usuarios, los moderadores del sitio eliminaron el subreddit r/The_Donald, debido a que sus suscriptores violaron las políticas contra acoso. Los usuarios encontraron un nuevo hogar en el subreddit r/donaldtrump, que también fue eliminado el pasado 8 de enero.

Antes de su suspensión, ambos foros habían sido acusados de expandir desinformación, e incluso se habían detectado publicaciones hechas por granjas de bots en Rusia.

Incluso antes de la suspensión del primer foro, varios usuarios desilusionados con las políticas de censura de Reddit y su tendencia a ser “políticamente correcto” migraron a Voat, un clon de Reddit comprometido con la libre expresión sin importar sus consecuencias. El sitio perdió a uno de sus inversionistas más importantes el año pasado y cerró sus operaciones en Navidad.

El sucesor espiritual de Voat es Parler: un servicio de microblogging más parecido a Twitter que fue adoptado por la extrema derecha luego de que sus dirigentes declararon que su red social permitiría la publicación de mensajes que otras redes identificaron como desinformación.

La app fue prohibida por Apple y Google luego de la invasión del Capitolio, y más tarde Amazon se negó a continuar ofreciéndole servicios de respaldo en la nube, lo que ha provocado que su CEO, John Matze, advierta que la aplicación podría desaparecer de forma permanente.

La batalla contra la extrema derecha aún no está ganada por las grandes empresas de tecnología, pues sus esfuerzos de moderación han provocado que los usuarios migren a redes sociales más pequeñas, algunas de las cuales no están contentas con esta tendencia.

Gab, otra alternativa a Twitter enfocada en la extrema derecha, reportó que 1.7 millones de usuarios se inscribieron a su servicio la semana pasada, y que su sitio alcanzó 52 millones de visitas. La app se ha alzado como el nuevo punto de reunión de los seguidores de la teoría de conspiración Qanon, algo que parece no molestar a la dirección de Gab.

Rumble, una aplicación de hosteo de vídeos que compite contra YouTube, vio un crecimiento de 100% en sus descargas durante la semana pasada. MeWe, una alternativa a Facebook, también vio un rápido crecimiento, pero advirtió que se mantendrá atento a las acciones de sus usuarios, pues no quiere convertirse en una aplicación “en la que todo se vale”.

Las nuevas aplicaciones están expuestas a los mismos riesgos que están por hacer que Parler desaparezca, y sus moderadores tendrán que tener cuidado para no ser saboteados por empresas tecnológicas o patrocinadores.

Este fenómeno, aunado a la existencia de aplicaciones encriptadas como Telegram y Signal, serán el mayor reto para controlar un movimiento que en Estados Unidos ya se identifica como terrorismo. Además, la derecha en ese país podría por fin tener un competidor tecnológico que se identifique con su ideología.