Si alguien esperaba una señal de liderazgo en la presentación de resultados de Pemex, se quedó con las ganas. Víctor Rodríguez Padilla, director general de la petrolera, fue el gran ausente en la conferencia con inversionistas del 27 de febrero, justo cuando se daban a conocer los números rojos del cuarto trimestre de 2024, el primero bajo la administración de Claudia Sheinbaum Pardo.
Y es que no era cualquier reporte: la empresa estatal registró una pérdida neta de 190,500 millones de pesos únicamente en el cuarto trimestre, dejando en evidencia que, al menos en su primer examen, el gobierno de Sheinbaum no pasó la prueba.
Mientras los inversionistas digerían las cifras, Rodríguez Padilla tenía otras prioridades. Su lugar no estaba en la conferencia, sino en Palacio Nacional, firmando el acuerdo nacional con los gasolineros para fijar el precio de la gasolina magna en 24 pesos por litro.
Un acto simbólico, pero que lo apartó del ojo público justo cuando Pemex más necesitaba explicaciones sobre sus números.
La ausencia no pasó desapercibida. Pemex se enfrenta a un panorama financiero complicado, con una deuda que sigue siendo la más grande del mundo entre petroleras.
Cuestionan acuerdo de Pemex
Además, el acuerdo con los gasolineros no estuvo exento de cuestionamientos. La Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) advirtió sobre la necesidad de garantizar viabilidad financiera para las empresas involucradas.
Entre los puntos que consideran críticos están la erradicación del mercado ilegal de combustibles, la definición de procedimientos claros para mitigar pérdidas operativas y la simplificación regulatoria. También resaltaron la importancia de abordar los costos logísticos y de seguridad, factores que podrían hacer inviable el acuerdo si no se atienden con urgencia.
En otras palabras, el acuerdo no es la solución mágica para la crisis energética de México. Y mientras el gobierno celebra un pacto con gasolineros, Pemex sigue acumulando pérdidas millonarias sin que su director dé la cara a los inversionistas.
Planigrupo se aferra a Acosta Verde
Después de dos meses de lanzar una oferta pública de adquisición en la que Planigrupo plantea hacerse con el control de Grupo Acosta Verde, el jueves se anunció el aplazamiento del vencimiento de la misma. Con ello –otra vez– la división inmobiliaria de Germán Larrea postergará la oportunidad que tendrán los inversionistas de aceptar su propuesta económica.
Se trata de la tercera ocasión en que Planigrupo amplía el vencimiento y le echa la culpa a la Cofece, en cuyo pleno se habría de discutir la aprobación para la unión de las empresas. Cabe recalcar que otras compañías lanzan –y cierran– ofertas sin la autorización del regulador.
La fusión entre Planigrupo y GAV seguirá pendiente hasta el próximo 7 de marzo: un proceso rechazado desde dentro de Acosta Verde, pero con insistencia de parte del grupo de los Larrea.
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