Los servicios fiscales de Estados Unidos ganaron una batalla contra Coca-Cola, a quien acusaban de no contabilizar correctamente sus ganancias en el exterior entre 2007 y 2009.

El grupo separó gran parte de los ingresos de algunas de sus filiales en el exterior, especialmente Brasil e Irlanda, y así evitó pagar una tasa impositiva más alta en Estados Unidos, dice la sentencia consultada este jueves por AFP.

El juez intervino tras una demanda de Coca-Cola presentada en 2015 contra las conclusiones de una auditoría de los servicios fiscales estadounidenses.

Estos concluyeron que durante tres años la multinacional subestimó en 9,000 millones de dólares sus ingresos gravables en Estados Unidos y en consecuencia debería pagar impuestos por 3,400 millones de dólares suplementarios.

“Tenemos la intención de seguir defendiendo vigorosamente nuestra posición”, dijo la empresa en una nota tras la sentencia.

En Estados Unidos, la empresa registró al tercer trimestre del año una reducción de ingresos de 9% en comparación con el tercer trimestre de 2019.

A lo largo de la crisis de este año, nuestro sistema se ha mantenido enfocado en su estrategia de bebidas para la vida. Estamos acelerando nuestra transformación que ya estaba en marcha, dando forma a nuestra empresa para que se recupere más rápido que la recuperación económica en general

dijo James Quincey, presidente y director ejecutivo de The Compañía Coca-Cola durante la presentación de resultados en octubre.