Nota del editor: Este artículo es meramente informativo y no representa ninguna recomendación de inversión por parte de EL CEO.

Por Haris Anwar

Para los inversores que siguen de cerca las acciones del atribulado fabricante de aviones Boeing (NYSE:BA) ha sido un mes explosivo. Las acciones del gigante de aviación y defensa con sede en Chicago han subido en torno a un 80% durante el último mes tras alcanzar su nivel más bajo desde 2013, 95.01 dólares, durante el desplome de marzo.

Las acciones subieron 12.2%, a 230.50 dólares el lunes, su sexta jornada al alza consecutiva, un periodo que propició una subida de más de 50%.

El tremendo repunte ocurre a pesar del hecho de que este conglomerado industrial todavía se enfrenta a un número significativo de obstáculos desalentadores. Pekín aún no ha reactivado la demanda de sus aviones, que se canceló por completo debido a la pandemia del COVID-19. La compañía también tiene que gestionar todavía su elevada carga de deuda y obtener la aprobación regulatoria para su modelo 737 MAX, confinado en tierra tras los dos accidentes fatales del año pasado.

Ahora mismo, los inversionistas han optado por ignorar esas cuestiones, centrándose en cambio en la reapertura económica —tan poderosa que situó al índice S&P 500 en nuevos máximos históricos el lunes, revirtiendo todas las pérdidas sufridas al inicio de la crisis sanitaria del coronavirus. De hecho, desde que el índice de referencia tocara fondo en marzo, todas las acciones que cotizan en el mismo han registrado una rentabilidad positiva.

Señales de compra en el sector aéreo

Para Boeing, la mayor señal de compra proviene del sector aéreo, pues los viajeros están reanudando la actividad más rápido de lo esperado.

American Airlines (NASDAQ:NASDAQ:AAL) dijo la semana pasada que aumentaría los vuelos de julio en un 74% en comparación con junio. Los días más concurridos del próximo mes tendrán unos 4,000 vuelos, en vez de los 2,300 actuales. La cifra de julio equivale al 40% de la capacidad de un año antes, frente al 30% de junio, según anunciaba la aerolínea el jueves. La capacidad fue aún menor en mayo, después del devastador colapso de los viajes provocado por la pandemia del COVID-19.

Boeing también se ha beneficiado de algunas posturas alcistas de los analistas de Wall Street. Durante el fin de semana, Goldman Sachs (NYSE:GS) elevó su objetivo de precios para Boeing de 209 a 238 dólares por acción, asegurando que las aerolíneas no estaban reduciendo sus planes de entregas de aviones tanto como el mercado esperaba.

Y el lunes, la casa de corretaje Seaport Global Securities comenzó a publicar investigaciones sobre Boeing, recomendando que los inversores compraran sus acciones, asignándole un objetivo de precio de 277 dólares por acción. “En ausencia de otra oleada del Covid-19, creemos que el peor escenario ya se ha tenido en cuenta en el precio”, dice Seaport en un informe del Wall Street Journal.

Persisten las incertidumbres

En medio de todo este optimismo, sin embargo, todavía hay muchas incertidumbres que podrían interrumpir este repunte. En el caso de Boeing, esto ha ocurrido repetidamente durante la crisis específica de la compañía desde los dos accidentes fatales que involucraron a su avión MAX el año pasado.

Boeing detuvo su trabajo en el MAX en su planta de Seattle en enero, sin saber cuándo los levantarían los reguladores la orden de confinamiento en tierra impuesta sobre el popular modelo en marzo de 2019. La prohibición global de vuelo ya había perjudicado a las ventas del avión más vendido de Boeing y empañó la reputación de la compañía.

Para intentar hacer frente a ambas crisis, Boeing dijo a los inversores a finales de abril que, como parte de su plan de supervivencia, eliminaría miles de puestos de trabajo y aumentaría aún más la deuda. La compañía ya había suspendido su dividendo y cancelado un acuerdo planeado con el fabricante brasileño de aviones Embraer (SA:EMBR3) SA (NYSE:ERJ) que habría costado 4,200 millones de dólares.

Otra gran incógnita: si la economía se recupera rápidamente, la gente se sentirá lo suficientemente segura como para reanudar los vuelos en los próximos meses. Las previsiones actuales de las compañías aéreas pueden ser demasiado optimistas si llega una segunda oleada del virus y los Gobiernos reactivan alguna versión de las medidas de confinamiento en respuesta.

Las previsiones de consenso recogidas por el proveedor de datos FactSet (NYSE:FDS) muestran que no se espera que los ingresos conjuntos de Boeing y Airbus (PA:PA:AIR) alcancen los niveles de 2018 hasta 2023. Las ventas de ese año seguirían estando un 7% por debajo de lo que los analistas esperaban hace unos meses para 2020.

En conclusión

El rápido repunte de las acciones de Boeing muestra que los inversores son cada vez más optimistas sobre la reactivación del sector aéreo a raíz de algunos datos económicos positivos. Pero no está claro que ese escenario alcista baste para mejorar las ventas de Boeing, especialmente cuando casi todas las aerolíneas de todo el mundo se enfrentan a una crisis de efectivo. Y, por supuesto, el mundo todavía está lidiando con el coronavirus, que aún no ha sido derrotado.

La nota ¿Está justificada la subida del 80% de este mes de las acciones de Boeing? apareció por primera vez en Investing.com