La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó el miércoles que la variante ómicron parece tener una tasa de reinfección más alta que la delta, pero provoca síntomas más leves.

Los datos preliminares de Sudáfrica sugieren un mayor riesgo de reinfección por la variante ómicron, pero se necesitan más datos para sacar conclusiones más firmes

declaró prudentemente Tedros Adhanom Ghebreyesus, en un encuentro con la prensa en Ginebra.

Los laboratorios Pfizer y BioNTech, por su parte, insistieron en la eficacia de su vacuna actual contra la variante ómicron, anunciando que tres dosis de su vacuna podrían neutralizar la variante.

“También hay indicios que sugieren que ómicron provoca síntomas menos graves que delta [la variante más extendida en la actualidad], pero aún es demasiado pronto para estar seguros”, añadió.

Esos anuncios fueron precedidos por los científicos de alto rango de la OMS y de la Casa Blanca, que apuntan que las vacunas anticovid existentes a priori siguen siendo pertinentes contra la variante ómicron, cuyo descubrimiento reciente en Sudáfrica generó una ola de pánico.

La viróloga estadounidense Angela Rasmussen consideró que los primeros datos publicados por Pfizer y otros estudios independientes son “por lo menos, alentadores”. 

“Una tercera dosis reducirá el riesgo de infección en personas vacunadas”, declaró a la AFP.

Aún así, pidió prudencia, destacando que los niveles de anticuerpos -lo único que de momento se ha medido- no constituyen la única manera de hacer frente a la enfermedad.

Dudas sobre la eficacia 

Los primeros resultados, muy parciales, de un estudio no despertaron tanto optimismo. 

Según el Africa Health Research Institute (AHRI), un organismo sudafricano que patrocinó uno de los primeros estudios sobre la resistencia de ómicron a las vacunas, esta variante “escapa en parte a la inmunidad que otorga la vacuna Pfizer”.

Michael Ryan, responsable de emergencias en la OMS, subrayó que los estudios de esa variante son todavía incipientes.

Ómicron fue detectada el 24 de noviembre por las autoridades sudafricanas y, desde entonces, su presencia se ha confirmado ya en decenas de países, seis de ellos en América.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la variante se detectó en Argentina, Brasil, Canadá, Chile, México y Estados Unidos y es “cuestión de tiempo” que aparezca en otros países de la región.