Johnson & Johnson buscará 20,000 voluntarios en América Latina para los ensayos en humanos en etapa tardía de su vacuna experimental contra el coronavirus, un tercio del total planeado, según uno de los jefes de salud pública en la región.

Los países que alberguen los ensayos probablemente también obtendrán acceso preferencial a las vacunas una vez que estén listas, dijo Josue Bacaltchuk, vicepresidente de Asuntos Médicos para América Latina de Janssen, la unidad belga de J&J que desarrolla el prototipo de la vacuna.

Brasil es el país más grande y también el más afectado por la pandemia, por lo que la firma espera que mucha gente se ofrezca como voluntaria, al igual que en Colombia y Argentina.

Es la intención de la empresa priorizar los países que contribuyan al desarrollo de la vacuna y que tengan pacientes participando en los ensayos

Josue Bacaltchuk, vicepresidente de Asuntos Médicos para América Latina de Janssen

La vacuna de J&J es una de las más de 100 que se están desarrollando en todo el mundo en respuesta a la pandemia del coronavirus, que ha infectado a casi 26.5 millones de personas y ha provocado unas 869,323 muertes. América Latina se ha convertido en el epicentro de la pandemia.

La farmacéutica está realizando pruebas en Estados Unidos y Bélgica, y agregó a Chile, Argentina y Perú a una lista de países latinoamericanos donde planea realizar ensayos de fase III junto con Brasil, Colombia y México.

Sus ensayos a nivel mundial incluirán 60,000 voluntarios.

En México, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que Moscú propuso que el país participe en las pruebas de la vacuna Sputnik 5 en humanos, lo que ocurrirá si la Cofepris da su autorización.

Todos los países de América Latina tienen un alto número de infecciones, lo que los convierte en sitios de prueba atractivos para los desarrolladores de vacunas, ya que es más fácil obtener resultados confiables de ensayos en áreas con altas tasas de transmisión e infección activas.

Al respecto, Bacaltchuk dijo que la decisión de difundir los ensayos tan ampliamente está motivada en parte por el desafío de asegurar un número suficiente de voluntarios en una región atestada de otras compañías farmacéuticas que realizan ensayos de sus propios prototipos.

“Creo que esto es un riesgo potencial y por eso vamos a un número de centros más alto que el de otras empresas para cubrir geografías que no están cubiertas por los otros estudios”, dijo.

El directivo de J&J aseguró que la respuesta de los voluntarios en la región ha sido ‘bastante positiva’, la cual espera que se mantenga.

“Esto está afectando a todos y seguirá impactando incluso después de que esto termine, las consecuencias continuarán, por lo que debemos intentar detenerlo lo antes posible”, puntualizó.

Con información de Reuters