La Unión Europea abrirá las fronteras de su zona Schengen el próximo 1 de julio, pero la apertura incluirá restricciones para ciudadanos de múltiples países, incluyendo México, Estados Unidos y Brasil.

De acuerdo con fuentes europeas, el veto a la entrada continuará incluyendo a los viajeros procedentes de Rusia, Argentina, Perú, Chile, Arabia Saudí, Sudáfrica y Singapur, además de los países mencionados. Esta prohibición no afectará a ciudadanos europeos que viajen desde dichos países.

Las negociaciones para cerrar los detalles del acuerdo de apertura continúan en el viejo continente, y la renuencia de algunos países para acatar las condiciones propuestas por la presidencia de la Unión podrían retrasar su oficialización hasta el próximo lunes, pues se espera que aún haya pláticas este sábado.

Fuentes diplomáticas que han sido parte de las negociaciones explicaron a El País que las discrepancias surgen a partir de la forma en la que la Unión interpretaría los datos de los países externos para decidir cuando un país deja de ser de alto riesgo, pues “cada país se fía de gobiernos distintos y el consenso es complicado”.

Las negociaciones apuntan a que la totalidad de países cuyos ciudadanos tendrán libre acceso a Europa podría rondar los 15, muy lejos de los 67 países que no requerían visado antes de la pandemia.

Una conclusión satisfactoria en las complicadas negociaciones impediría la apertura unilateral en la fronteras de algunos países miembros de la zona, lo que podría complicar el control del tráfico de personas de riesgo al interior del continente.

Reino Unido, con su recién mejorado control de migración, ha anunciado que dejará de implementar la cuarentena obligatoria de 14 días para viajeros que considere de “bajo riesgo”.

El nuevo sistema dividirá a los países de origen en los tres colores del semáforo y se espera que su implementación facilite también el tránsito de ciudadanos británicos hacia países continentales, sobre todo de cara a la temporada vacacional de verano.

Con miras a este objetivo, el gobierno de Boris Johnson establecerá diálogos especiales con los gobiernos de España, Grecia y Francia.

Londres también informó que aún no tiene una lista definitiva de los países que se consideran de alto riesgo, pero que la oficina de relaciones exteriores la publicará a más tardar la próxima semana.

La Unión Europea ha mantenido sus fronteras cerradas desde el pasado 16 de marzo.