Corea del Norte completó la reconstrucción de un sitio de lanzamiento de cohetes que había comenzado a desmantelar y ya se encuentra “operativo”, aseguraron este jueves expertos estadounidenses, quienes consideraron esta situación como una “afrenta” a los intentos diplomáticos de Donald Trump de distender la relación con Pyongyang.

Basándose en nuevas imágenes tomadas por satélite, dos centros de análisis -el Center for Strategic and International Studies (CSIS) y 38 North- afirmaron que las instalaciones de Sohae (o Tongchang-ri) “han vuelto a su estatus operativo normal”.

Ayer, con base a imágenes tomadas a principios de marzo, ambos habían informado del inicio de la reconstrucción del lugar justo antes o justo después de la cumbre de Hanói en la que Trump y el líder norcoreano, Kim Jong Un, fracasaron en alcanzar un acuerdo siquiera parcial sobre el desarme nuclear de Corea del Norte.

El presidente estadounidense indicó el miércoles que se sentiría “muy, muy decepcionado” por parte del líder norcoreano si se confirmaban esas informaciones.

La advertencia fue repetida este jueves por la mañana por su asesor de seguridad nacional, John Bolton. “Sería muy, muy decepcionante si tomaran esta dirección”, comentó en Fox News antes de las nuevas revelaciones.

“Vamos a estudiar la situación con cuidado (…) por supuesto veremos lo que están haciendo”, apuntó, y agregó que era demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas.

Según los expertos de 38 North, la reconstrucción de las instalaciones, que incluyen una plataforma de lanzamiento y un lugar para realizar ensayos de motores de cohetes, continuó a “un ritmo muy rápido”.

Sin embargo, un alto funcionario estadounidense señaló que Estados Unidos aún cree posible la “desnuclearización definitiva y totalmente verificable de Corea del Norte” antes del fin del mandato de Trump.

El funcionario afirmó que Washington reclamará a Pyongyang “aclaraciones sobre las razones” para la reconstrucción del sitio y que su gobierno aún no ha llegado “a una conclusión sobre lo que está sucediendo allí”.

Afrenta a Trump

Esto “demuestra que Corea del Norte puede rápidamente, sin dudarlo demasiado, revertir todas las acciones adoptadas para desmantelar su programa de armas de destrucción masiva”, estimó el CSIS.

“Se trata de un desafío para el objetivo estadounidense de una desnuclearización definitiva, irreversible y verificable”, añadió.

Para sus expertos, “las acciones de Corea del Norte son una afrenta a la estrategia diplomática del presidente y manifiestan el enfado norcoreano tras el rechazo de Trump de levantar las sanciones económicas durante su encuentro en Hanói”.

Además apuntaron que la actividad en el sitio continuó pese al tono conciliatorio utilizado por Trump en relación a Kim tras la cumbre de Hanói y de la decisión estadounidense de reducir los ejercicios anuales que realiza con Corea del Sur, a los que se opone Pyongyang.

De hecho, el gobierno norcoreano criticó este jueves los ejercicios y las consideró un “abierto desafío” para la paz en la península coreana. “Los movimientos de las autoridades militares de Corea del Sur y de Estados Unidos son una violación flagrante de las declaraciones conjuntas de Corea del Norte y Estados Unidos”, apuntó la agencia de prensa oficial KCNA.

Kim había accedido a cerrar el sitio de Sohae durante una cumbre con el presidente surcoreano Moon Jae-in en Pyongyang como una medida para generar confianza y las imágenes de satélite de agosto daban a entender que había trabajadores desmantelando el sitio de pruebas de motores.

Pyongyang utilizó el sitio en 2012 y 2016 para lanzar satélites. Expertos occidentales consideran que los lanzamientos revelan el desarrollo de Corea del Norte de misiles intercontinentales capaces de alcanzar Estados Unidos.

La directora de la CIA, Gina Haspel, declaró a fines de enero que Corea del Norte seguía con la intención de desarrollar misiles de largo alcance pese a las conversaciones sobre desnuclearización con Estados Unidos.

Las relaciones entre Washington y Pyongyang, que experimentaron un repunte el año pasado después de meses de amenazas nucleares e insultos intercambiados por Donald Trump y Kim Jong Un, podrían deteriorarse rápidamente a partir de estas informaciones.

Según el director de 38 North, Joel Wit, “depende mucho de la reacción de Estados Unidos”. “El peligro es que se ingrese en un círculo vicioso y cada lado toma decisiones que socavan el proceso en curso desde la primavera” boreal, apuntó.

Hace unos días, Corea del Norte criticó los ejercicios militares que realizan Corea del Sur y Estados Unidos, operaciones que Pyongyang consideró un “abierto desafío” para la paz en la península coreana. La congruencia es lo que mejor se le da a Kim Jong Un.

Con información de AFP