Las remesas enviaron señales de aliento a los hogares mexicanos durante diciembre pasado, previendo resiliencia del consumo al cierre del 2022 ante una elevada inflación y un ciclo alcista de la tasa de interés que merman el poder adquisitivo.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Banco de México (Banxico), en el último mes del año pasado, las remesas sumaron 5,279 millones de dólares, que significó un máximo histórico en monto.
Además, registraron un crecimiento mensual de 5.57%, el mejor resultado en los últimos 14 meses.
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Uno de los principales alicientes de las remesas fue la disminución de la tasa de desempleo en Estados Unidos, que en diciembre pasado se ubicó en 3.5% de la población activa, frente a 3.6% en noviembre previo y 3.9% en el cierre del 2021.
Lo anterior manifiesta que el esfuerzo de los migrantes mexicanos aún representa un soporte clave para la economía tanto de las familias como del país.
