Las quitas de capital no son obligatorias y no representan el eje central ni de solución del plan de reestructura para el apoyo a deudores que den las instituciones financieras frente a la crisis que vive el país por la pandemia del COVID-19, afirmó Juan Pablo Graf Noriega, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).

 Las quitas en la reestructura son completamente opcionales para las institucionales financieras, ya sea en sus programas propios o en los que las autoridades han decidido apoyar con incentivos regulatorios

 dijo Graf Noriega.

Lo mejor que se puede hacer es generar las herramientas e incentivos para que los deudores se mantengan al corriente de sus pagos, indicó el presidente de la CNBV, al participar en la clausura del X Congreso Internacional de Investigación Financiera del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

Si un deudor no es tan cumplido, el banco o la institución financiera debe ver si le conviene atraer al deudor hacia una reestructura que podría ser una quita de pago de intereses que no se hayan pagado, explicó el funcionario.

 Pero la quita de capital no es parte de ningún programa de aliento al sistema financiero, las quitas al capital no son para mantener el sistema financiero;  dependerá de cómo los bancos van absorbiendo la cartera y qué es lo que ellos decidan hacer

En el mismo foro, durante la mañana de este viernes, el presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Luis Niño de Rivera comentó que las quitas de capital representan un riesgo de rentabilidad, liquidez y eventualmente de solvencia.

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores planteó las quitas como la posibilidad de reducciones en los saldos o en ciertos intereses que pudieran ayudar a una reestructura, pero no que fueran el eje de una reestructura de crédito, enfatizó Graf Noriega.

 Cuando la quita se da al deudor es porque el crédito se va a liquidar y la cantidad va desaparecer y el deudor quedaría registrado en la sociedad de información crediticia

 dijo el presidente de la CNBV.

Primera fase benefició a más de 8 millones de deudores

La primera fase del plan de reestructuras para apoyar a deudores de instituciones se hizo en marzo de este año a través de Criterios Contables Especiales (CCE), donde se estableció que las instituciones financieras pudieran diferir parcial o totalmente el pago principal de intereses por cuatro o seis meses.

“En este primera fase se beneficiaron alrededor de 8.6 millones de acreditados por un monto de 1.4 billones de pesos; participaron todas las instituciones del sistema financiero, siendo la banca el principal intermediario”, dijo el presidente de la CNBV.

La segunda fase se concentró en las facilidades contables para reestructuras y se presentó en septiembre.

“Las reestructuras o renovaciones de los créditos deberán reflejar un beneficio económico para los acreditados, fomentando esquemas que propicien la disminución en el importe de los pagos y que incrementen la probabilidad de recuperación del crédito”, señaló.

En esta segunda fase se debe disminuir el importe de los pagos periódicos, ampliar el plazo para el pago de crédito, limitar el incremento en la suma del importe nominal de los pagos a efectuarse conforme a la nueva tabla de amortización y disminuir la tasa de interés.