Ante las circunstancias extraordinarias, el país requiere un mayor impulso fiscal y monetario, insistió BBVA México, en voz del economista en jefe del banco español, Carlos Serrano. 

“La recesión que vivirá México dependerá de las medidas adicionales de estímulo fiscal que anuncie la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”, dijo Serrano durante una conferencia para dar a conocer informe ‘Situación México’, correspondiente al primer trimestre de 2020. 

Hasta el momento, la previsión del banco es que este impulso será insuficiente.

El efecto agregado sobre la economía será mayor, en la medida en que la duración de la pandemia se prolongue y el número de casos continúe creciendo, dice el reporte respecto a la duración de la pandemia y las consecuencias de las respectivas restricciones sociales. 

Asimismo, señalan otro factor de recesión, como el levantamiento de las medidas de confinamiento, considerando nuevas olas de contagio en el futuro.

Serrano recalcó que a partir de la disminución del consumo privado y el deterioro en el entorno para la inversión, se estima que una contracción de entre 6 y 12% para la economía mexicana en 2020. 

Hace un mes, la institución financiera estimó que la contracción sería de 4.5%.

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Retrasos en la reapertura de las economías, o posibles contratiempos que provoquen nuevos cierres económicos, implicarían una mayor profundidad de la recesión. La posible no adopción de una postura monetaria expansiva o una velocidad más lenta en su adopción también tendría efectos negativos, lo que explica la amplitud del rango de pronóstico en un contexto tan incierto.

BBVA México precisó que el pronóstico puntual de la contracción de 7.0% asume que el confinamiento durará un periodo aproximado de 10 semanas.

“La estimación puntual no está en la parte central del rango, es decir, considera que los riesgos más probables sesgan la estimación a la baja y que hay poco espacio para un escenario menos negativo (sólo a -6.0%) porque se cree que la probabilidad de un impulso fiscal adecuado es baja y la postura monetaria se mantiene restrictiva.

Sobre las medidas que el gobierno podría seguir destaca la implementación y rapidez de políticas económicas contracíclicas fiscales, monetarias, crediticias y de liquidez que apoyen a las empresas y los hogares ante la pérdida masiva de empleos.

El estudio también establece que la disputa de contratos con empresas y consultas que han minado proyectos, aumenta la incertidumbre respecto a las decisiones del gobierno.

“Esta mayor incertidumbre provocará problemas de inconsistencia dinámica con efectos negativos sobre la inversión en todos los sectores, y será determinante de la magnitud del daño sobre la confianza, y la poca o mayor fuerza de la eventual recuperación”.

Por ello recomiendan acciones para restaurar confianza de inversionistas para impulsar la recuperación de la actividad económica y que ésta sea mayor. 

Millones de empleos perdidos

BBVA México estima que la pérdida de empleos formales podría alcanzar la cifra de 1.5 millones de puestos de trabajo, 500,000 puestos de trabajo más que lo pronosticado por los órganos empresariales a principios de mes. 

También espera una disminución en las tasa de interés de largo plazo, mientras que el tipo de cambio disminuirá su diferencia parcialmente.

En contraste, la deuda pública se incrementará a 54.2% del PIB en 2020 como resultado de la depreciación del peso, la considerable disminución en los ingresos públicos y la caída nominal del PIB.