La parálisis de la actividad económica ha puesto en jaque a varias empresas mexicanas que, ante la falta de liquidez, pueden enfrentar problemas para el pago de sus créditos, en particular aquellas que operan en los sectores más afectados, así como en los estados con más pobreza extrema, hacinamiento o falta de agua.

Cerca de 40% de la cartera de la banca a empresas se encontraba en sectores con alta afectación por el COVID-19 y en términos de su capital, este porcentaje resulta mayor para los bancos de menor tamaño, de acuerdo con el reporte de estabilidad financiera a junio, de Banco de México (Banxico).

El análisis de Banxico, arroja que los estados con una mayor proporción de la cartera en sectores con alta afectación por la pandemia son: Quintana Roo, Morelos, Sinaloa, San Luis Potosí, Guerrero, Tabasco, Nayarit y Oaxaca.

En estas entidades federativas predomina el crédito a sectores altamente afectados, como recreación y turismo, bienes de consumo duraderos, construcción y venta minorista sin alimentos que han tenido que cerrar para desacelerar el ritmo de contagios de coronavirus.

Banxico muestra que la proporción de la cartera que en cada estado se encuentra destinada a empresas medianas y chicas, el riesgo es aún mayor en Oaxaca, Guerrero y Tabasco.

Adicionalmente, hay factores sociales, de salud pública, demográficos y económicos que amplifican el riesgo.

El reporte señala que los estados con más crédito a empresas en sectores afectados son, en promedio, las que tienen menor renta per cápita, más hacinamiento, menor acceso al agua, mayor pobreza extrema, mayor informalidad laboral, menos camas hospitalarias y una mayor razón de deuda a PIB.

“Este hecho podría conducir a que los estados en dicha situación se vean más afectados por la pandemia y tengan menos recursos para enfrentarla”, dice Banxico.

En Oaxaca, 66.4% de su población vive en condiciones de pobreza, en Guerrero 66.5% y en Tabasco, la proporción es de 52.6%. Mientras que, en promedio, en las tres entidades 54.5% de la población carece de servicios básicos en su vivienda, como agua, de acuerdo con datos de Coneval a 2018.

Mientras que en el caso de empresas medianas y pequeñas, los amplificadores más relevantes son la pobreza extrema, el hacinamiento y la población con viviendas sin agua.

Es decir, es justamente en los estados con estas características: más pobreza, hacinamiento y falta de agua potable en donde el crédito a empresas medianas y chicas se podría ver más afectado por el COVID-19

dice Banxico.

En conferencia de prensa, el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León, dijo que precisamente, el desafió que enfrenta el sector financiero es ayudar a los hogares y empresas manteniendo acceso de financiamiento y el segundo, es cuidar las fuentes de empleo, de trabajo y productivas, para mantener en buen estado la capacidad de pago tanto de los hogares como de las empresas.